En representación de la facultad de Psicología, la Dra. Ana María Araújo realizó un pormenorizado análisis de la situación laboral actual de los trabajadores ante las nuevas tendencias organizacionales y medios de producción. Según la especialista de vasta trayectoria, la “vertiginosidad de las exigencias laborales actuales” sumado al ritmo acelerado de productividad que las empresas cada día exigen, generan en los trabajadores constantes situaciones de estrés laboral que repercuten de forma directa en la sociedad en su conjunto.

Araújo hizo referencia al concepto de “hipermodernidad” y alertó por la existencia cada vez más de la pérdida del trabajo en equipo, para dar paso a una modalidad individualista que en su gran mayoría termina en una “competencia” constante “entre pares” en el ámbito laboral para escalar posiciones dentro de una empresa.

La especialista señaló que existe una “actitud perversa” de la “hiperproductividad”, que genera un círculo vicioso en desmedro de la salud de los trabajadores. “El poder nos exige cada vez más, hay una desvalorización del trabajo grupal”, advirtió la psicóloga al tiempo que destacó que esa competencia constante producto de esta nueva “fase del capitalismo” en pos de lograr las metas exigidas por los nuevos conceptos organizacionales que apuntan hacia “la productividad” genera en los trabajadores un “desgaste físico y mental” que luego, se ve reflejado en las consultas médicas.

En la disertación, la especialista dijo que en la actual lucha estrictamente salarial “no hay pares”, porque el nuevo mundo laboral tiende a generar lo “no colectivo”.

Por su parte, el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomassina, destacó la importancia de instrumentar estrategias junto a los trabajadores para incorporar en agenda los temas referidos a la denominada prevención en salud, “no tiene lógica un conocimiento enclaustrado”, afirmó.

Tomassina coincidió en que las nuevas exigencias fruto de los actuales modelos basados en la productividad por sobre el trabajador, impactan directamente en la salud de estos y de su entorno.

Estrés, acoso moral y burn-out (“estar quemado” o agotado mentalmente) son términos cada vez más habituales a la hora de dar un diagnóstico a los trabajadores que consultan por dolencias varias.

El decano de la Facultad de Medicina señaló que casi el 40% de las consultas que llegan a la policlínica de salud ocupacional del Hospital de Clínicas refieren a casos de violencia en general, de las cuales, muchas se vinculan con la esfera laboral. “En nuestras consultas aplicamos una serie de baterías que tratan de identificar las características de las condiciones y organización del lugar de trabajo”.

Como posible paliativo a esta realidad, la implementación de espacios dentro de la empresa que habiliten una “pseudo distensión” para el trabajador es una forma de contribuir a la salud laboral del trabajador.

Según una investigación realizada en Uruguay y que data de dos años atrás, el número de denuncias por acoso moral en los lugares de trabajo se incrementó 10 veces, “desde el 2005 a la fecha, subió más de diez veces”. La abogada Ana Sotelo destacó que el acoso moral en los lugares de trabajo “siempre existió” pero cada vez más los trabajadores cuentan con mayor información para hacer valer sus derechos.

Sotelo subrayó que el término “acoso” está “desvalorizado” por su mala utilización. La abogada explicó que el “acoso moral” en el ámbito laboral, significa una vulneración a la integridad física y mental del trabajador que en algunos casos pueden incluso terminar en casos extremos, donde el trabajador fallece a causa de este tipo de vulneración y llegan tarde a la consulta con “trastornos de ansiedad o angustia” producto del acoso.

Los especialistas recordaron una frase donde se señala que “La violencia en el trabajo destruye más vidas que el terrorismo, sin embargo no hay alarma social respecto a los modelos de gestión empresarial que llevan adelante este proceso”.