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"¿Qué es la salud mental?"

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Temática
atención salud mental asse Salto, residentes facultad de psicología
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Diario el Pueblo
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Medio digital
Entrevistado/a o mencionado/a por Facultad
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FUENTE
https://diarioelpueblo.com.uy/que-es-la-salud-mental/

La salud mental es definida según la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un “estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades, es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”

El pasado 10 de octubre se recordó el Día Mundial de la Salud Mental, por ese motivo, hoy les dejamos a nuestros lectores, diversas entrevistas relacionadas a este tema que cada vez adquiere mayor importancia y visibilidad

Juan José, paciente de Psiquiatría:

«No son tantas pastillas lo que precisa la gente, precisa alguien a quien contarle los problemas, que la escuche y le hable»

Debe hacer aproximadamente diez años que, por nuestro trabajo periodístico, se viene comunicando muy seguido con nosotros una persona de nombre Juan José (actualmente tiene 48 años), que siempre nos plantea distintas cosas en torno a la salud mental. En realidad a su propia salud mental, su caso personal, que viene siendo tratado (aunque con interrupciones) desde el año 2006.

Por eso, porque tiene siempre muchas cosas interesantes para contar, EL PUEBLO fue ahora tras su palabra a modo de testimonio de un paciente de Psiquiatría.

En primer lugar cuenta que «estuve al principio en el Hospital (es decir, atendido por ASSE) y después me cambié (a la mutualista privada)».

“Si fuera una herida en el cuerpo uno dice: me duele acá; pero en lo mental es muy distinto, uno no puede señalar qué le duele”

«Hace unos quince años empecé a sentirme mal, como sin ninguna fuerza para nada, pero fuerza no de los brazos, sin ánimo quiero decir, no tenía fuerza de voluntad, me costaba levantarme, ir a trabajar (es empleado en una barraca)… Después fue peor todavía porque me sentía sin ánimo hasta para pasear o para ir al fútbol, antes iba todos los domingos a las canchas, después ni para eso quería salir. Pero lo más feo de todo, y siempre digo que no se lo deseo a nadie, es la tristeza que sentía, angustia, como que algo me apretaba el pecho. Acá mi gente más cercana (los padres) me preguntaba por qué andaba así y creían que yo no les quería contar, pero no era eso, era que yo no sabía explicar lo que me pasaba. Después un médico me dijo que ahí está uno de los problemas más grandes de lo mental, que si fuera una herida en el cuerpo uno dice: me duele acá o acá (se señala un brazo, una pierna); pero en lo mental es muy distinto, uno no puede señalar qué le duele… A mí me afectaba todo, veía un niño pobre y se me apretaba el pecho, veía una noticia fea y se me apretaba el pecho, una película de repente me hacía llorar como si me estuviera pasando a mí algo grave, y para decir la verdad, no me pasaba nada, o yo creía por lo menos que no me pasaba nada, pero obvio que estaba enfermo».

Llegó al médico

«Fui al médico, no me acuerdo si una vez o dos, pero sé que me dieron pase a medico psiquiatra….». Cuenta que dos psiquiatras (un hombre y una mujer) lo han atendido hasta ahora. «Enseguida me dijeron que lo que yo tenía era una enorme depresión y que tenía que tomar dos remedios, que empezara cuanto antes. Tomé esos remedios pero no me sentía bien, andaba como dormido, con sueño permanente… Me cambiaron los remedios y me pasaron al psicólogo. Cambié de remedios pero me aburrí de esperar que me llamaran para ir al psicólogo y nunca fui. Más o menos ahí fue que me cambié (a salud privada)… Y ahí sí fui un tiempo con una psicóloga y andaba bien. Ese fue mi problema, me dijeron después. Que ni bien me sentí bien no fui más y recaí en la depresión. Al poco tiempo por suerte pude conseguir que esa misma psicóloga me aceptara de vuelta, porque la psiquiatra me mandó».

EL PUEBLO también consultó a profesionales de la salud que coincidieron en que lamentablemente es bastante frecuente lo que denominan «el alta voluntario». Esto es, que el paciente abandona el tratamiento por su propia voluntad, lo que consideran perjudicial.

«Tendría que haber más psicólogos en la salud pública y privada”

Pero no es un detalle menor algo que mencionó más adelante Juan José, y es que no solo abandonó el tratamiento por sentirse mejor, sino también porque «era medio pesado para el bolsillo pagar cada consulta».

Sostiene el entrevistado que «tendría que haber muchos psicólogos en la salud pública, muchos más de los que hay, fíjese que yo por salud pública no pude ir, fui después y así y todo se me hizo difícil, así que, lo que yo pienso es que tendría que haber en realidad más psicólogos en los dos lados (público y privado)».

Actualmente, después de haber tenido reiteradas licencias con el diagnóstico «Depresión aguda» a lo largo de estos años, Juan José se encuentra trabajando. Toma dos medicamentos y ya no asiste al psicólogo porque este le dio el alta.

Pero al final de la entrevista expresa algo sumamente interesante: «no crea que estoy muy a gusto tomando remedios…Yo prefiero un psicólogo para conversar. Desde que empecé con todo, siempre digo que no son tantas pastillas lo que precisa la gente, precisa alguien a quien contarle los problemas, que la escuche y le hable».

Psic. Alejandro de Barbieri: “Tenemos que ir a un abordaje preventivo, más allá que sean bienvenidos todos los psicólogos”

Para este informe, como ha ocurrido en anteriores ocasiones con temas similares, EL PUEBLO fue en busca de la palabra de Alejandro de Barbieri, un referente de la Psicología en nuestro país, permanente conferencista y autor de varios libros sobre su especialidad. Así transcurría la conversación:

-Hay quienes sostienen que estamos en una especie de crisis por la escasez de atención psicológica, ¿le parece que es así?
No, no, al contrario, los psicólogos están llenos de pacientes…

-Me refiero a la atención que brindan los prestadores de salud…
Ah, claro, sí, eso está complicado hace años. Yo tengo 52 años y así lo recuerdo. Pero además el sistema público colapsó sobre todo en la pandemia y donde estoy yo, sé que hay más de mil personas en espera de consulta. Por eso tenemos que ir a un abordaje preventivo, más allá que sean bienvenidos todos los psicólogos. Los problemas de suicidios, de depresión, no están en la mente, están en los conflictos interpersonales que la persona vive en su trabajo, en su familia… El psicólogo puede ayudar mucho pero si no se trabaja en forma grupal en las empresas, de forma comunitaria en las escuelas, todo termina como única solución en ir a un psicólogo, entonces ahí generamos un “embudo” donde no todo el que precisa ayuda puede acceder. Porque uno puede decir: si estás mal, si estás triste, pedí ayuda. Pero ¿dónde va a ir si no encuentra un sistema público que lo sostenga? Pero es importante entender que todos en la comunidad somos agentes de salud mental.

-Dice entonces que la clave es la prevención…
Por supuesto, la prevención es lo que nos va a ayudar a generar un modelo de salud integrativo. Fijate que el 50% de las enfermedades mentales de la adolescencia se generan en la infancia. Entonces hay que llegar a las familias, para que puedan gestionar las emociones, las frustraciones… De cada 100 suicidios, 82 son varones, por lo tanto hay que trabajar con los varones, romper los estereotipos machistas que tenemos en nuestra sociedad, que no nos dejan hablar de las emociones, porque somos más rígidos… Entonces la prevención es fundamental. El primer dique de contención es la familia, la escuela y el liceo. Si esos diques no funcionan, la persona termina consultando con un psicólogo y ahí es donde se va generando el “embudo” del que hablaba.

-La gente se queja porque dice que necesita un psicólogo y le dan fecha para varios meses más adelante…
Sí, totalmente, está pasando hace años. Lo bueno de esto podría ser que la pandemia de alguna manera rompió el tabú y la gente está consultando más, y eso también es bueno. Por ejemplo nosotros tenemos muchos varones que nos están consultando, porque como la consulta es por whatsapp, o por zoom, es menos invasivo que tener que ir a una sala de espera donde los varones se sienten como con más miedo..

-¿Así que para usted la solución no pasa por contratar más psicólogos?
Yo digo que no pasa solo por ahí. Bienvenidos los psicólogos, pero sobre todo los que sepan trabajar en grupo, que sepan generar abordajes grupales de prevención. Porque si tenés veinte personas que consultan por el mismo problema y hacemos una terapia grupal con uno o dos psicólogos, obviamente que para algunas depresiones o algunas patologías no es lo ideal, sino que lo ideal sería el abordaje individual, pero antes que nada, sirve. Nosotros estamos dando abordajes grupales por zoom, antes del tratamiento individual, para que de esa manera la persona primero tenga un sostén emocional. Y bienvenidos los psiquiatras también, pero tenemos que trabajar en equipo, porque la sociedad influye mucho como agente de salud mental. Si no, hace 30 o 40 años, ¿cómo se hacía cuando casi no había psicólogos y psiquiatras? ¿Los psicólogos vamos a ser tan narcisistas de decir que solo se sale de una depresión consultando a un psicólogo? No; hay mucha gente que sale de una situación de malestar, de tristeza, para no hablar de depresión, sin consultar a un psicólogo. Obviamente con un costo social, con un costo afectivo, capaz no de la mejor manera pero si no puede pagar un psicólogo, hace lo que puede. O, quizás, no encuentra las herramientas para poder sanarse y se vuelve más alcohólica, o más agresiva…

-También se nota muchísima gente medicada por psiquiatras, ¿qué piensa?
Eso también es algo que viene pasando desde hace mucho tiempo. El tema es que tengamos abordajes integrales. De repente alguien me dice: mi marido hace un año va al psiquiatra y está igual. Porque a veces no basta solo con psiquiatra, tiene que haber psiquiatra y psicólogo. No olvidemos que la persona es multidimensional, tiene la dimensión biológica, la dimensión psicológica, la dimensión social y la dimensión espiritual. Son cuatro dimensiones, entonces si yo solo le doy medicación, estoy atendiendo sólo lo biológico, estoy tirando de una sola piola; necesito también atender los vínculos en el trabajo, en la familia, se necesita respaldo de los amigos para que no se sienta solo en su dolor, necesitamos que tenga sentido de pertenencia y que tenga un proyecto de vida.

Cecilia Rivas: “Vivimos en una sociedad que estigmatiza: el falopero, el drogadicto, el flaco, el gordo, si vas al psiquiatra sos loco…”

Operadora Terapéutica en Adicciones y Educadora Psicosocial, a Cecilia Rivas se la ve día tras día recorriendo diferentes instituciones educativas (liceos especialmente) en una tarea de brindar charlas y talleres sobre prevención de adicciones y temas afines.

“En los centros educativos me enfoco principalmente en la prevención”

Cuando EL PUEBLO le solicitó algunas reflexiones sobre cómo ve la atención a la salud mental actualmente en Salto, qué cosas principalmente le preocupan, qué intenta transmitir en los centros educativos y cuáles son algunos de los principales puntos que le plantean los adolescentes, expresó:

“Desde la mirada de mi profesión hay un gran debe ,en adicciones necesitamos profesionales especializados y comprometidos en adicciones y un sistema de salud que lo sostenga. Menos soberbia y más compromiso. Me preocupan muchas cosas pero sobre todo si bien lo veo y lo siento en todas las edades principalmente en adolescentes el desinterés por la vida,el no encontrar un sentido,el sentirse solos.

En los centros educativos me enfoco principalmente en la prevención, en poder juntos hablar de todo sin miedo, transmitir que nos animemos a buscar ayuda,a transmitir herramientas para las diferentes dificultades que la vida nos presenta, hablando de una. manera clara, sencilla y con mucho amor, sin juzgar.

Cuando tratamos personas que están pasando por adicciones tenemos que tener presente que venimos de una familia, con lo cual no hay culpables pero sí todos deberían hacer tratamiento.

Vivimos en una sociedad que estigmatiza: el falopero, el drogadicto, el flaco, el gordo, si vas al psiquiatra sos loco, el hombre no debe llorar y ese mensaje que muchas veces se da que venimos a la vida a poder con todo, lo cual está muy alejado de la realidad”.

“Hay una idea colectiva que la adicción es solo el consumo problemático de sustancias y esto en realidad es mucho más amplio”

Luego deriva la conversación a su práctica diaria en los liceos. Entonces cuenta, por ejemplo, que “una de las cosas que me llaman más la atención es el cambio en el lenguaje corporal”. Se refiere a que una vez que empiezan a conversar con ella, los jóvenes van pasando “de cierta tensión o de esa postura de alerta a una mayor relajación, se nota en el cambio corporal que se relajan y se vuelven charlas súper participativas, con gente se identifica, que se conmueve”.

Es más, dice Cecilia que una vez terminada la charla, es común que haya adolescentes que se acerquen a pedirle un número para comunicarse y luego le escriben contándole más cosas. Es decir, una gran necesidad de hablar y ser escuchados, de contar, de exteriorizar problemas y situaciones que molestan, es evidente. Pero sucede que muchas veces no encuentran con quién hacerlo.

Cuenta además la entrevistada que “hay una idea colectiva que la adicción es solo el consumo problemático de sustancias y esto en realidad es mucho más amplio, por eso tratamos temas como la autoestima, los miedos, la seguridad personal, y eso hace que ellos se sientan cómodos. Pienso en las cosas que esas personas están pasando afuera en la casa por ejemplo, y que de repente no les permiten avanzar en lo académico, pero es porque están muy afectados por todo eso que pasa afuera, en la casa tal vez, no porque no sean alumnos capaces”.

Dice que una de las propuestas que suele hacer es pedirle a los jóvenes “que escriban en un papel cómo se sienten, qué les gustaría charlar, y ahí salen montones de cosas que no podría explicar…Parece que a esas personas que tengo allí adelante no les pasara nada y sin embargo cargan con enormes mochilas detrás…”.

Finalmente, reflexiona: “creo que las cosas serían muy diferentes si pensáramos de forma colectiva y no individual. Yo no soy psicóloga ni psiquiatra, pero tampoco quiero serlo, yo amo mi profesión, nosotros trabajamos en equipos interdisciplinarios y necesitamos de otros profesionales por supuesto… Lo digo porque a veces nos quedamos en los títulos, en egos personales, y me parece que así cuesta mucho…”. Y agrega que una de las grandes satisfacciones que recibe en su labor es cuando trabaja con personas del interior del departamento: “se crea un vínculo espectacular y se ven cambios; gente que ha pasado momentos muy límites y hoy la ves emprendiendo…Son cosas que te llenan el alma”. Además destaca “la posibilidad de trabajar en la Unidad 20 (cárcel de Salto) y hoy encontrar gente trabajando afuera, poder seguir con ese vínculo, que te sigan viendo como referente, eso es muy importante”.

La educación tiene un rol clave en lo que es la prevención de la enfermedad

Sobre salud mental , EL PUEBLO requirió la palabra del Profesora Agr. en la Facultad de Psicología y coordinador de la carrera en Salto Leonardo Peluso.

Para el especialista hay un combo de factores que generan problemas de salud mental y también factores protectores entre los que destaca sobre todo el rol de la educación.

«En realidad cuando hablamos salud mental tenemos que pensar cómo es nuestra sociedad actual y qué es todo lo que la sociedad está produciendo para que tengamos tantas problemáticas en salud mental. Es algo que no solo se atiende en un consultorio sino que tiene que ver con la prevención con el trabajo en comunidad con la posibilidad de poder detectar todo lo que la sociedad actual está produciendo para tanto malestar.»

«Esos malestares luego se expresan en cómo nos relacionamos , en las violencias que circulan como el propio bullying y obviamente que tiene su forma extrema en lo que pasa en las consultas con personas medicadas, y la forma más extrema que es el suicidio y el claro el claro índice de suicidios que tenemos en Uruguay«

«Entonces creo cuando hablamos salud mental tenemos que hablar de una complejidad de una sociedad que está produciendo estos desbordes digamos y estas problemáticas, estas tristezas y estas incomodidades con la vida de cada uno,? ? y tendríamos que alertarnos sobre cómo poder trabajar en como prevenir y cómo poder construir contextos mucho más saludables que refuercen los aspectos sanos que todos tenemos»

FACTORES MULTIPLES

Cuales son esas situaciones que produce la sociedad que nos hace sentir tan mal, le preguntamos al docente.

«Son factores múltiples y me parece que tiene que ver con las ideologías que nos atraviesan , con las formas de relacionarnos y los aspectos? ? socioeconómicos , tiene que ver con las tecnologías .No estoy en contra de las tecnologías para nada ,simplemente que a veces como seres humanos nos cuesta acostumbrarnos a nuevas formas de estar en el mundo como la tecnología nos impone. «

«A veces los los medios masivos de comunicación generan estados de ánimo por por los informativos que nos muestran cosas espantosas y todo eso, más también ideologías que tienen que ver con relaciones de opresión histórica como el racismo, el patriarcado, el clasismo, entonces todo eso es un combo que hace que muchas personas se sientan como muy impactadas por todas estas cosas que son muy negativas y obviamente producen a su vez problemas en salud mental»

A todos estos aspectos sociales se agregan factores personales.

«Se suman a toda esa problemática, factores personales históricos de cada uno, las crianzas. Cuando hablamos de salud mental hablamos de multiplicidad de factores por eso yo creo que es importante empezar como a desentrañar alguno de ellos y empezar a trabajar para prevenir, para generar ambientes saludables, ambientes que prevengan este tipo de lo que luego termina siendo a veces un suicidio»

FACTORES PROTECTORES

Buscando factores protectores que prevengan problemas de salud mental, el profesional citó varios, pero la educación como un plano fundamental.

«Nos protegen el manejo de las emociones , sobre todo el control de las violencias , el poder identificarnos con con identidades políticas , no en el sentido político partidario sino? ? en términos de agrupamientos que le den sentido a tu existencia , pero también elementos sobre cómo yo estoy dialogando con mi alimentación por ejemplo , o con el ejercicio , con la vida de aire libre , con mi relación con el trabajo.»

«Yo creo que la educación, es un factor importantísimo . La educación que pueda? ? lidiar con el bullying , lidiar con las violencias ,? ? lidiar con el patriarcado y las opresiones de género , las opresiones raciales. «

Enfatizó sobre el rol clave de la educación.

«Para mí la educación tiene un rol clave en lo que es la prevención de la enfermedad o sea que me parece que la educación no es solo dar contenidos de geografía, historia, astronomía, etc. La educación tiene que ver con esa formación para prevenir este tipo de cosas no para poder cuidarnos y cuidar al otro, porque también tiene que ver con eso porque no es que uno se tenga que solo cuidar , sino vivir en un contexto en que el otro me cuide.»

Se refiere aquí también? ? a la idea de empatía, de solidaridad, de cuidado mutuos, «esos también son como elementos que a veces tenemos una educación que más bien promueve la competencia y esa perspectiva competitiva probablemente no ayude mucho en la salud mental».

Peluso asegura que en materia de prevención en salud mental la educación tiene que estar fuertemente presente como política de estado.

«Puede ser también estar presentes en los canales de televisión con tipo de programas que vayan a la construcción de elementos protectores»

El arte ayuda, asegura el profesional, aunque sostiene que hay poca presencia en lo educativo.

«Hay muy poca presencia del arte en el sistema? ? educativo cuando el arte también es un elemento protector para la salud.»

LA IDEA DE LA FALTA

«La propaganda, la publicidad también son elementos que impactan y que con lo cual estamos sometidos como violencias esa idea de que si no tenés no sos , eso obviamente hace que las personas transiten por caminos con esa sensación de que nunca les alcanza lo que tiene, eso es parte del sistema, eso hace que uno vaya a comprar. Se promueve la idea la falta, y esa es una idea que no previene en salud , y el estado debería controlar también eso como una política preventiva.»

Peluso plantea la necesidad de colocar una posición crítica a todo lo que nos invade en términos ideológicos «y darle un sentido al para que estoy , cual es el sentido de mi vida, qué es lo que quiero de una manera crítica , pensada , perfeccionada y en comunidad.»

LA FAMILIA

También enfocamos el tema desde el papel de la familia, y en este aspecto hizo algunas puntualizaciones.

«Pasa que el concepto de familia puede ser muy persecutorio porque como hay una ideología que la familia es papá mamá y dos hijos , a veces se contradice el sistema en el que uno se ubica familiarmente con lo que es el modelo familiar estándar.
En ese caso, dice Peluso, habría que desconstruir qué es familia para cada uno , y entender qué es mi familia? ? y que? ? no necesariamente mi familia va a ser exactamente igual al modelo hegemónico de familia . Capaz que mi familia somos tres hermanos, familias homosexuales, familias heterosexuales, familias trans. A veces puede ser muy doloroso cuando uno tiene aprendido un modelo de familia y no alcanza ese modelo entonces siente que no es parte de lo que debería ser.»

«Obviamente que lo que sea familia en el sentido de ese grupo afectivo , cercano de convivencia , de máxima solidaridad , bueno eso sí tendría que ser un espacio donde no haya violencia , donde no haya abusos , porque muchas veces tenemos el problema que la?violencia se instala en ese espacio como el abuso sexual.»

Peluso pone énfasis también en la necesidad de ser críticos y analizadores de la información abrumadora que nos llega «para que uno entienda donde está parado»

“Salud Pública trabaja en la prevención, tratamiento y rehabilitación de diferentes patologías que hacen a la salud mental de cada persona”

Tras una charla de poco más de una hora, EL PUEBLO dialogó con la Psicóloga Lucía Minutti, integrante del equipo de Dirección del Hospital Regional Salto, quien brindó destacada información de cada uno de los programas y acciones que se toman desde Salud Pública en Salto en materia de salud mental. Lo que traemos para este informe es apenas un breve resumen de todo lo conversado.

“La salud mental –comenzó diciendo Minutti- es un aspecto de lo que es la salud integral de la persona, que tiene que ver con todos los aspectos bio-psico sociales que hacen que una persona se pueda desarrollar, vivir y aportar a su comunidad de una manera adecuada con la sensación que su vida tiene sentido en la comunidad en la que vive”.

“En Salud Pública se trabaja más en aspectos que tengan que ver con la prevención e intervención, tratamiento y rehabilitación de diferentes patologías o aspectos que hacen a que una persona sienta que tiene algún tipo de afectación en su salud mental. ASSE tiene una Dirección de Salud Mental, y el lema con el que este año ha estado trabajando es que la salud mental se gesta en la comunidad, porque justamente es en la comunidad donde se construyen todo lo que son los determinantes de la salud, que la persona pueda estar integrada a su comunidad, que tenga redes sociales saludables, que pueda convivir con otros, tener proyectos compartidos y sentirse parte de ellos, eso hace a la salud mental de cada persona”.

“La prevención se pude hacer a diferentes niveles, como los familiares, comunitario

de poner el tema a trabajar hablando en la comunidad de lo que es la afectación de la salud mental. Cuando una persona tiene al-guna afectación en su salud mental, afecta a todos los órdenes de su vida y su marco relacional, como en el trabajo, su estudio, la familia. En ese sentido, en Salto se participa de lo que es la Mesa de Prevención del Suicidio, que ha adherido a todo lo que han sido campañas nacionales del Ministerio de Salud Pública y de ASSE, incluso del INJU”.

TRATAMIENTOS

“En cuanto al tema del tratamiento y los distintos dispositivos con los cuales se maneja ASSE acá en Salto, tenemos dispositivos que hacen a la atención ambulatoria como en las policlínicas de psiquiatría y de psicología, que funcionan tanto en el local de El Amparo en calle Viera casi 19 de Abril, y funcionan también policlínicas de psicología en lo que es la Red de Atención Primaria (RAP). Lo que tenemos son grupos de enlace para cuando se produce un evento, para tratar de derivar a aquel dispositivo que tenga lugar para su atención”.

“A su vez tenemos lo que son las consultas de psiquiatría, que acá en Salto en este momento tenemos en la parte de adultos en atención de policlínicas 4 psiquiatras, y en infantil tenemos 3 psiquiatras infantiles”.

“También en el local de El Amparo funcionan lo que son los comités de recepción tanto de adultos como de niños que se derivan al psiquiatra o al psicólogo, donde se suma un asistente social. La persona plantea su consulta, y ahí hacen la derivación a los dispositivos que tenemos. En este momento tenemos 2 psicólogos en la RAP, a la que se suma un psicólogo más que se agregó este año, que se dedica exclusivamente a usuarios de uso problemático de sustancias, más otro cargo que es un operador terapéutico para la adicción. Ellos trabajan en conjunto en las diferentes policlínicas de la RAP”.

“Tenemos en este momento 4 cargos de psicólogos, aparte de 2 residentes de psicología. El programa de residentes es entre ASSE y la Facultad, dura 3 años y trabajan tanto en las policlínicas como en las salas del Hospital o en el dispositivo de lo que es abuso o maltrato infantil que funciona dentro del Hospital”.

“Dentro de lo que es el centro hospitalario está la sala de salud mental de internación, que tiene 9 camas de mujeres y 9 de hombres. No solo se genera internación para Salto, sino que muchas veces el Hospital de Bella Unión o de Artigas, incluso hemos recibido consultas que mandan de otros departamentos. El otro día me decía el doctor Cabrera que recibieron a un paciente de Paso de los Toros, por ejemplo”.

“En la sala de psiquiatría hay 3 psiquiatras, más un posgrado en psiquiatría, que no solo atienden la sala sino también las consultas que puedan haber de otras salas del Hospital de alguien que pueda estar internado”.

“A su vez, las psicólogas que atienden en el Hospital trabajan lo que es la parte mental de la salud. Por ejemplo, las psicólogas tra-bajan con interconsultas del CTI pediátrico y de adultos, cuidados paliativos pediátricos y de adultos, la parte de nutrición, en toda el área de lo que es materno infantil. También tenemos un asistente social que trabaja en la sala de psiquiatría con los pacientes y otra asistente social que trabaja en El Amparo con los pacientes del ambulatorio”.

“Todo esto compone lo que es la manera de intervenir en lo que es la salud mental, que no es solo la atención del psicólogo o el psiquiatra cuando alguien tiene algún trastorno depresivo, de ansiedad o lo que sea, sino que en las diferentes situaciones que les pasan a las personas en la vida, por ejemplo, un accidente, un niño que está en CTI, en esos casos se trata de intervenir en esas situaciones también con la familia para que puedan procesar estas situaciones que les está pasando de otra manera”.

“Es un grupo lindo donde estamos para brindar apoyo, para contenernos y para estar en el momento que nos necesitemos”

Mónica Dornelles, Grupo Alzheimer Salto

El Grupo Alzheimer Salto se formó en mayo del año pasado con personas que tenían algún familiar con Alzheimer, se reúne lunes y jueves a partir de las 13 horas en Zorrilla 93. Sobre el trabajo que realizan, EL PUEBLO conversó con una de sus integrantes, Mónica Dornelles.

“Somos un grupo de contención y guía para familiares o cuidadores de personas con Alzheimer –comenzó diciendo Dornelles-, apoyamos des-de nuestro lugar, estamos en Zorrilla 93 y dos veces a la semana nos reunimos para apoyar a la familia o a los cuidadores que tienen familia-res, amigos, conocidos con Alzheimer. Incluso le digo más, no solo van las personas que tienen o cuidan a esos familiares, están llegando también personas que han empezado con indicios de Alzheimer”.

¿De qué forma ayudan a esas personas?
Nuestro objetivo es brindar apoyo. Para que tenga una idea, este grupo se formó hace un año, en mayo de 2022, yo entré en setiembre de ese año, y a partir de ahí me dediqué de lleno cuando me jubilé. Yo trabajaba en la salud, me jubilé y me invitaron a integrar este grupo. El tema del apoyo va por el lado del desgaste que se genera al cuidar a una persona con Alzheimer que como toda demencia, de las que el Alzheimer es la más común, es bastante complicado el desgaste del cuidador principal, como le decimos, o de la familia en sí. Es una situación muy complicada.

En esos casos, ¿el tema de la salud mental se vería por partida doble, la persona enferma y el cui-dador o la familia que tiene que contenerlo?
La persona que tiene Alzheimer ya deja de tener salud mental. Lo que reza la OMS (Organización Mundial de la Salud), es que la salud mental es el bienestar emocional, psíquico, social, que permite llevar adelante los desafíos de la propia vida en la comunidad que vivimos, una persona que tiene Alzheimer ya no puede tener esos cometidos. No olvidemos que el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, y requiere un proceso largo. Entonces, nosotros lo vemos por el lado que quien se nos enferma es el cui-dador, por lo que debemos preocuparnos de la salud mental del cui- dador, ese es el tema. El Alzheimer es una enfermedad de larga data, hay personas que tienen Alzheimer y no saben que lo tienen, a veces empieza a edades tempranas, y cuando se lo diagnostican ya pasó un tiempo bastante importante. Se dice que el Alzheimer comienza a aparecer de los 65 años en adelante, pero también hay personas con Alzheimer en edad temprana, hablamos de 40 o 50 o 60 años de edad. Esta enfermedad está aumentando a pasos agigantados.

¿Tienen la colaboración de psicólogos en el grupo?
Sí. En realidad, nos apoyan varios médicos, y con la psicóloga que hemos tenido más acercamiento es con Cristina Palas, que también es docente de la UDELAR, amorosa persona que nos ha brindado su apoyo. Ni qué hablar de la geriatra y gerontóloga Carolina Lluberas que es una de nuestras referentes en el grupo. Luego nos acompañan los neurólogos, sobre todo el doctor Luis Rodríguez, que generalmente son quienes diagnostican y los que dan el tratamiento a las personas con Alzheimer, y que además son los que mandan a los familiares a nuestro grupo.

Conociendo a quienes integran el grupo que ustedes conforman se nota un ambiente familiar, pareciera que se complementan bastante bien desde la experiencia que han vivido, ¿es correcta esa impresión?
Si, somos una familia, justo eso lo decíamos hoy que tuvimos reunión. Como todo grupo de personas, tenemos un grupo de WhastApp y no solo son esos dos días a la semana sino que es en el momento que sea necesario contenernos, nos damos apoyo mutuamente. Sin ir más lejos, el domingo pasado falleció la mamá de una de las compañeras, que hacía bastante tiempo que la tenía con Alzheimer, y estos últimos tiempos fueron bastante difíciles para nuestra querida Shirley, y estuvimos ahí apoyando, dando contención, el abrazo, la oreja para escuchar, para el desahogo. No le puedo decir cuántas veces llegan las compañeras agotadas porque el cuidador llega agotado y desbordado, las veces que lloramos juntos y abrazados, la contención es real-mente como la de una familia. Hay una compañera que siempre dice, es mi consultorio psicológico. Soy una de las pocas personas del grupo que no tenemos familiares con Alzheimer. Es un grupo lindo donde no existen las jerarquías, donde to-dos somos iguales y estamos para eso, para brindarnos apoyo, para contenernos y para estar en el momento que nos necesitemos.

¿Cuáles son los día de reunión del grupo?
Nos encantaría que la gente se acerque. Cuando empezaron los primeros compañeros eran tres o cuatro, ahora somos veinte, quizás un poquito más, porque cada vez que tenemos alguna actividad, sea la charla de algún médico como la que nos dio la doctora Lluberas o el doctor Varela, se suman más personas. Y seguimos invitando para todo el que quiera o necesite contención, nos reunimos los lunes y los jueves de 13 a 15 horas, por ahora horario de invierno. Los esperamos, son to-dos bienvenidos.

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