Montevideo, 8 de Mayo del 2017
A dos meses de la muerte de las Niñas de Guatemala
43 voces en Ayotzinapa desaparecidas por protestar;
40 niñas un 8 de marzo muertas en el “Hogar Seguro Virgen de la Asunción” dependiente de la Secretaria de Bienestar Social de la presidencia de Guatemala;
¿Y cuantas muertes más desde los tiempos coloniales y aún anteriores, donde protestar, querer defender los derechos básicos que permitan la vida y su reproducción, han sido acallados a sable y pistola, a fuego y fusil, a múltiples y hasta refinados modos de represión, control e invisibilización de las justas demandas?;
¿Apenas un tiempo donde nos indignemos, nos asombremos, para luego olvidar hasta la próxima violación espectacular de los derechos humanos?;
Ni una más ni uno más, violentadxs, asesinadxs, estupradxs, oprimidxs, acalladxs;
En esa pelea diaria, en esa constante alerta y propuesta, que los derechos humanos con un enfoque profundamente humano y por ende político, nos convoquen a juntarnxs, a ser eco y acción de lo que nunca acallarán.
La canción decía: “…La niña de Guatemala, la que se murió de amor…”. Estas niñas tenían mucho amor para dar y recibir. Murieron de odio e hipocresía.