En el año 1986 egresó de la Escuela Universitaria de Psicología y en 2001 homologó su título como licenciada en Psicología en la Universidad de la República (Udelar). En 2013 se diplomó en Psicoterapia en los Servicios de Salud y para el 2016 obtuvo el título de magíster en Psicología Clínica de la Facultad de Psicología.
Desde el año 1991 se desempeña como docente y en la actualidad es docente del Instituto de Psicología Clínica, donde es responsable de la Unidad Curricular Obligatoria “Psicopatología clínica de la infancia y la adolescencia”. Anteriormente fue docente en la maestría en Psicología Clínica y en las especializaciones en Evaluación Psicológica y Psicología en Servicios de Salud, así como en diversos cursos de formación permanente.
En el pasado fue directora académica de la Especialización en Evaluación Psicológica, actualmente se desempeña como Directora Académica de la Especialización Psicología en Servicios de Salud. Además, es representante por la Udelar en el Comité para la Erradicación de la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes.
Trabajó en la investigación “Análisis de las respuestas al ‘test de pata negra’ en niños y niñas víctimas de maltrato”.
Dentro de sus producciones bibliográficas más destacadas está el libro “Emergencias y emergentes en tiempos de pandemia. Miradas y experiencias desde la extensión y la integralidad”, así como su participación en el libro “Complejidad y subjetividad en el análisis dinámico del Rorschach” y en el texto “Mesa de experiencias en Salud Mental”.
Instituto de Psicología Clínica
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 1
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 300
“No consumas sus cuerpos” es el lema de la campaña que presenta esta semana el INAU. Realizarán un encuentro para analizar cómo se enfrenta la problemática en el Uruguay y la región
Relaciones sexuales remuneradas, utilización de la imagen de niñas, niños y adolescentes para elaborar material pornográfico y la explotación sexual en contexto de viajes y turismo son modalidades de explotación existentes en Uruguay y delitos penado por la ley 17.815.
Sin embargo, pese a que la legislación condena a los adultos que retribuyan o prometan retribuir a los menores de edad para que realicen actos sexuales o eróticos de cualquier tipo y a quienes se dediquen a la fabricación, producción, comercialización o difusión de material pornográfico o faciliten su comercio, la explotación sexual comercial es un problema en Uruguay.
Con miras a reflexionar sobre el día nacional contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (el pasado 7 de diciembre), esta semana habrá varias actividades.
Por un lado, el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y no Comercial de la Niñez y Adolescencia (Conapees) presentarán la campaña “No consumas sus cuerpos” y realizarán un encuentro para analizar cómo se enfrenta la problemática en el Uruguay y la región.
La iniciativa pondrá el foco en “el consumidor” como perpetrador y eliminará argumentos que centren la responsabilidad en quienes viven situaciones de explotación sexual. “La culpa no la tenés vos” o “salí de ese infierno”, son frases que se usarán en la campaña.
Hay explotación sexual cuando una persona o un grupo de personas involucra a niñas, niños o adolescentes en actos sexuales para la satisfacción propia o de otros a cambio de cualquier beneficio, dinero, especias, protección, regalos.
“Esto es una flagante violación de los derechos humanos”, explicita el folleto que se entregará el miércoles y que subraya que, ante situaciones de explotación o abuso, puede llamarse al 0800 5050.
Los números dan cuenta que en 2015 se atendieron 256 casos; en 2016 la cifra trepó a 333; en 2017 subió a 350 y en 2018 fueron 380 casos.
En 2019 se realizó el seguimiento de 111 casos derivados de años anteriores y se atendió 129 nuevos. Sin embargo, los números no revelan la magnitud real de la problemática porque este delito -que ocurre en cualquier estrato económico- se comete en la clandestinidad, es poco denunciado y en muchos casos el abuso o la explotación sexual ni siquiera se perciben como delitos.
La contracara de las denuncias son sensibilizaciones en la materia. En 2019, 1.950 personas participaron de 37 capacitaciones, que involucraron a 1.200 operadores y 300 niñas, niños y adolescentes.
Encuentro
Con motivo del Día Nacional contra la Explotación Sexual Comercial de niñas, niños y adolescentes, el próximo miércoles de 9 a 14 horas habrá jornada en la Facultad de Psicología (Aula Magna, Tristán Narvaja 1674).
Marisa Lindner, presidenta de INAU, hará la inauguración formal de la jornada en la que participará Víctor Giorgi (presidente del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes), y Luis Purtscher (presidente de Conapees).
Además estará Margarita Fraga Luis, profesora Adjunta de la Facultad de Psicología (UdelaR) y Fabiana Condon en representación de la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales Orientadas al Desarrollo.
La región estará en la mira. El argentino Luis Caputo presentará una investigación sobre la explotación sexual a lo largo del río Paraguay.
Al cierre de la jornada habrá lugar para presentaciones de los equipos que trabajan a nivel local o en trato directo en Montevideo (Mesa Montevideo Oeste; El Paso; Gurises Unidos y el proyecto Travesía de INAU).
Más actividades
El mismo miércoles 11 de diciembre también sesionará el Consejo Nacional de Prevención y Combate a la Trata y Explotación de Personas (CNTE).
La cita será entre las 14 y las 16 horas en la sede de la Fiscalía General de la Nación (Paysandú 1283).
LAS EXCUSAS MÁS COMUNES
“No sabía que era una menor”
Investigaciones locales dan cuenta de las excusas más utilizadas por adultos para justificar sus acciones.
“No sabía que era menor” y “hay gurisas que aparentan más edad y con eso te engañan”: adultos afirman que debido al aspecto físico (maquillaje y vestimenta) desconocían la edad de la persona a quien le pagan por sexo.
“Ella lo necesita y yo la ayudo”: se aprovechan de la situación de vulnerabilidad de niños o adolescentes para gratificarse sexualmente gracias a su poder económico.
“La explotación sexual comercial ocurre solo con niñas o adolescentes de sexo femenino”: Los varones, aunque en menor proporción, también son víctimas.
“Las y los adolescentes son prostituidos porque les gusta y eligieron ese trabajo”: La explotación sexual infantil no es un trabajo, sino una violación a los derechos humanos. No están ahí porque quieren o les gusta; son víctimas y son explotados.
“Los clientes son normalmente enfermos psiquiátricos o personas de edad avanzada”: El explotador puede tener cualquier edad. Estudios demuestran que, en su mayoría, no presentan ningún trastorno mental.