Paul Ruiz, docente de la Universidad de la República e investigador de Pedeciba y ANII dedicado al estudio del consumo de drogas en Uruguay, había adelantado a El País que la segunda encuesta sobre este tema durante la pandemia revelaba más consumo, más recaídas y mayor malestar psicológico. Ahora comparte otros datos sobre el perfil cognitivo, emocional y afectivo de los consumidores.
“Las personas que tuvieron recaídas durante la pandemia tienen menor regulación emocional cognitiva. Si por la pandemia se sintió más triste o más ansioso y tiene menor capacidad
de regular sus emociones directamente, volvió a consumir”, explicó Ruiz.
La segunda encuesta sobre consumo de sustancias durante la pandemia que recabó respuestas de 1.300 uruguayos consultó respecto de las creencias sobre la emergencia sanitaria y las llamadas distorsiones cognitivas y su relación con el consumo de sustancias, en particular, marihuana y psicofármacos. Estas dos drogas “fueron las vedettes de la pandemia”, dijo Ruiz.
Y añadió: “La marihuana es muy buena predictora de muchas cuestiones vinculadas con lo cognitivo y lo emocional. Cuando preguntás por esto, no ves que la gente consuma más tragos de alcohol pero sí fuman más gramos de marihuana; las personas que no sienten esperanza respecto a la pandemia consumen más gramos de marihuana a la semana”.
Respecto a las creencias, se preguntaba por cómo creía que iba a ser su futuro en este contexto sanitario.
Por otra parte, las distorsiones cognitivas son maneras erróneas de procesar la información que tomamos del exterior. En psicología se manejan 15 distintas pero, asociadas al consumo de sustancias, Ruiz encontró siete: visión catastrófica, pensamiento polarizado, sobregeneralización, interpretación del pensamiento (del otro), falacia de cambio (se necesita que los demás cambien por el bienestar propio), etiquetas globales (juicios globales con escasa verdad) y “los debería” (normas rígidas sobre cómo deberían actuar los demás”.
Las primeras tres distorsiones cognitivas mencionadas están vinculadas a la ansiedad; las otras, a un perfil obsesivo. Cualquiera de las dos situaciones se ve potenciada por la “automedicación”: las sustancias, sea cual sea la elegida, funcionan para la persona como un paliativo para manejar la ansiedad.
“La premisa para la salud pública es que, si una persona identifica algunas de estas cuestiones y además tiene asociado un alto consumo de sustancias, puede autoanalizarse y darse cuenta que hay una forma de pensar que está haciendo que consuma mucho de una droga”, comentó el psicólogo.
MALESTAR
La segunda encuesta sobre consumo de sustancias durante la pandemia reveló que, cuanto mayor malestar psicológico —mezcla de síntomas entre depresión y ansiedad—, la persona consume más tragos de alcohol, más gramos de marihuana y más cigarros en una misma semana. “Ahí estamos viendo tres ansiolíticos”, precisó Ruiz.
Además, los encuestados que confesaron tener más malestar psicológico fueron aquellos que también dijeron que sumaron una droga nueva durante la pandemia o volvieron a consumir lo que habían dejado previamente. “Las personas que dijeron que consumían alcohol a diario son las personas con mayor puntaje de malestar. Los que tuvieron menores puntajes son los que
consumieron menos antidepresivos”, explicó el investigador.
CIFRAS
La encuesta que tuvo a Ruiz como responsable encontró que el 30% de los uruguayos aumentó el volumen de consumo de su principal droga en el comienzo de la emergencia sanitaria.
Entre marzo y abril de 2020, cuando el pico máximo de casos de covid-19 fue de 36, los encuestados que expresaron sentir altos niveles de malestar psicológico fueron el 19%. Para la segunda encuesta, realizada entre abril y mayo de 2020, con un pico de 4.599 casos, el indicador fue del 32%.
Al trasladar ese 32% de malestar psicológico al consumo de sustancias se encuentra que el 81% había tomado alcohol en los dos meses previos a la consulta. Entre los consumidores, el 55% lo hizo una vez a la semana o más; mientras que el 33% abusó del alcohol una vez a la semana o más. El día en el que se bebió más fue el sábado.
La segunda sustancia más consumida en la población general es el tabaco. La marihuana es la tercera. Sobre esta, el 33% de los encuestados dijo haberla probado en los dos meses anteriores.
De estos, el 24% la consumía todos los días. Los días de mayor consumo son los viernes y sábados; tanto para el alcohol como para la marihuana.
Le siguen los psicofármacos. De acuerdo con la segunda encuesta, cuyo responsable es Ruiz, el 13% dijo haber utilizado tranquilizantes, en particular, diazepam y benzodiacepinas, sin prescripción médica; mientras que un 10% se administró una dosis mayor a la recetada.
El sondeo reveló que uno de cada 10 encuestados (11,5%) tuvo una recaída o retornó a una droga que había dejado de consumir; mientras que un 7% declaró haber debutado con alguna droga; las más comunes fueron la marihuana y los psicofármacos.