Psicólogas advierten acerca de la discriminación que personas de la comunidad LGBT+ sufren en lugares de estudio, trabajo y centros de salud. En el marco de la celebración del Mes de la Diversidad, el colectivo Colonia Diversa desarrolla una serie de eventos de promoción de la salud mental. El lema elegido para este año es “Que estar bien no sea un privilegio”.
En ese marco, el viernes 9, en el teatro Bastión del Carmen de Colonia del Sacramento y en forma conjunta con el Instituto de Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social, se realizó un conversatorio con la presencia de Diego Real, del Grupo Lacaniano de Montevideo, y Mariana Banchero, integrante del Centro de Referencia Amigable (Cram) de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Actividades similares se desarrollarán en las próximas semanas, con la misma consigna: “la promoción de la salud mental y el autocuidado, teniendo en cuenta una perspectiva integral de salud”, apuntó Carolina de Armas, psicóloga y referente del Sistema de Atención Psicológica (SAP ) de Colonia Diversa.
Julieta Purtscher, psicóloga y referente de Inmujeres en el departamento de Colonia, comentó a la diaria que ese organismo “está potenciando la línea de trabajo en salud mental desde la perspectiva de género y la diversidad”, porque, entre otras cosas, “la pandemia afectó a la población a raíz del aislamiento que tendrá que tener especialmente en esas poblaciones”. Y añadió que las vulnerabilidades se registraron con mayor fuerza en “la intersección de género, diversidad sexual y salud mental”, porque “esas personas son destinatarios de violencia por su orientación de género y sexual”. De Armas resaltó, además, que en la adolescencia y la vejez se han incrementado las tentativas y las concreciones de suicidio.
El SAP cumplió un año de funcionamiento, y en ese proceso las psicólogas que trabajan en ese lugar han atravesado un camino “continuo de desaprender y aprender con los consultores, y de ver la discriminación que padecen los integrantes de la comunidad LGBT+ en diferentes ámbitos, como la educación, la salud y en el trabajo”. “La idea es hablar del tema, para sacarnos prejuicios y promover el respeto a los derechos”, resaltó De Armas.
Purstcher recordó que Uruguay cuenta con “una Ley de Salud Mental vigente que debería garantizarnos a todos el acceso a la atención” pero “en 2022 a muchas personas les cuesta acceder a la atención que brindan los diferentes prestadores, y que a veces la falta de empatía hacia la población LGBT+ de quienes trabajan en esos servicios hacia la población LGBT+ hace que los mismos no vuelvan más a consultar”. Además, los profesionales “a veces no están preparados, porque no han recibido la capacitación debida, y carecen de la perspectiva del enfoque de derechos y de género”, añadió.
Purstcher recordó que los centros educativos “son los primeros lugares donde transitan las personas, y allí es donde reciben todo el respaldo o la discriminación, la exclusión, la marginación, la violencia”. Por ello, “necesitamos que haya espacios que trabajen con adolescentes, donde se dan los procesos de transición, de replanteos, de identificación, de revisión constante de los vínculos incluso los familiares”, estableció la psicóloga coloniense.
Uruguay cuenta con una legislación “que ampara para poder trabajar en acciones afirmativas de políticas públicas, porque todos tenemos derecho a existir ya tener las mismas oportunidades, a la misma igualdad sustantiva. Ese es el gran desafío: que las personas LGBT+ sientan que cuentan con las mismas oportunidades”, subrayó Purtscher. Y concluyó que: “pensar la salud mental desde la promoción, desde una profilaxis, para promover conductas de autocuidado y una mirada con una dimensión integral de la salud, para dejar que algunos temas dejen de ser tabúes”.