Es egresada en Licenciatura en Psicología en la Universidad de la República (Udelar) en el año 2014; técnico en Sexología y Educación Sexual en la Sociedad de Estudios Superiores de Sexología (2007) y especialista terapéutica en logoterapia en la Sociedad Uruguaya de Logoterapia. En la actualidad cursa una maestría en Psicología y Educación.
Es profesora asistente en el programa de Género, Salud Reproductiva y Sexualidades del Instituto de Psicología de la Salud de la Udelar. Además, es docente de en el Centro de Referencia Amigable (CRAM), donde desarrolla funciones como docente referente, atención directa e investigación.
Formó parte de grupos de investigación de diversos varios proyectos de investigación y desarrollo como “Adolescentes y sexualidad. Mensajes y relacionamiento afectivo sexual a través de las redes sociales”; “Género y educación. Revisión curricular de género en enseñanza primaria en Maldonado”; y “Adaptación a población montevideana de la escala TCI-R”.
Su interés profesional y de producción se centra en las temáticas de género, psicología y educación y salud sexual y reproductiva. En este campo participó en la elaboración del artículo científico “Violencia homo-lesbo-transfóbica a nivel familiar y COVID-19 en Uruguay. Cuando quienes deben proteger vulneran”. Su publicación más reciente es “’ Derecho a la ciudad’ Una mirada de mujeres que se vinculan sexoafectivamente con otras en Montevideo”.
Instituto de Psicología de la Salud
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 1
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 320
El estudio arroja que ocho de cada diez adolescentes creen que la familia, los centros educativos y los centros de salud son los lugares de donde vienen los mensajes más importantes en materia de sexualidad. Desde hace ya varios años que un equipo de investigadores en la facultad de Psicología en la Universidad de la República viene estudiando la sexualidad adolescente en entornos digitales.
El objetivo de estas investigaciones es obtener información sobre cómo los adolescentes interactúan y viven su sexualidad en un mundo tecnológico.
Lo que encontraron estas investigaciones es que muchas veces las prácticas sexuales adolescentes son desconocidas por el mundo adulto. Tanto a las familias como a los centros educativos les cuesta detectar estas prácticas y generar información de calidad para acompañar esos procesos.
Un poco lo que los investigadores buscan es cambiar algo de esa realidad.
El estudio arroja que ocho de cada diez adolescentes creen que la familia, los centros educativos y los centros de salud son los lugares de donde vienen los mensajes más importantes en materia de sexualidad.
Sin embargo, el estudio señala que en el último año estas instituciones nunca o casi nunca les hablaron de estos temas. Y que la mitad de los referentes adultos de los adolescentes emiten mensajes poco frecuentes o nunca.
Otro punto dentro de la encuesta habla del cyberbullying. El 39 % de los adolescentes fueron víctimas de agresiones en la red por diversos motivos como identidad de género, obesidad, discapacidad y varios otros motivos.
Un 17% del total de la muestra recibió agresiones sostenidas por dos meses.
Al desagregar los datos en mujeres y varones por separado encontramos que 23% del total de las mujeres de la muestra sufrieron ciberacoso, mientras que solo un 12% de los varones.
De esta forma pasamos el sexting, esta práctica de intercambiar mensajes, fotos y videos de contenido erótico y sexual. La encuesta arrojó que 3 de cada 10 adolescentes envió fotos o videos con contenido sexual en el último año.
Yendo al plano del mundo físico, 26% declaró haber tenido encuentros con desconocidos de internet.
Mientras que uno de cada ocho adolescentes encuestados mantuvo relaciones sexuales en su primer encuentro con personas que conocían solo por internet.
El 65% de los encuestados dijo que tomó como medida de seguridad encontrarse en un lugar público. El 41% le avisó a un amigo dónde iba a estar y el 23% compartió su ubicación en tiempo real con alguien de su confianza.
Hasta que llegamos a la pornografía. El 68% de los adolescentes vio pornografía alguna vez en su vida. El 50% de los adolescentes comienza a ver pornografía entre los 12 y los 14 años. El 42% de los adolescentes mira pornografía al menos una vez por semana. El 62% dijo que mira pornografía por curiosidad personal. Mientras que el 38% cree que lo que sucede en la pornografía es solo ficción, un 34% cree que algo de lo que sucede en esos videos se puede replicar en la vida real.
Telemundo conversó con una de las autoras del estudio.
La adolescencia es un período clave en el desarrollo evolutivo de los seres humanos. Y estudiarla es una tarea bastante compleja, sobre todo si se trata de indagar en cómo viven su sexualidad, un tema históricamente tabú en la sociedad uruguaya.
Por eso una nueva encuesta realizada en 2021 a más de 500 jóvenes de entre 15 y 19 años en Montevideo y zona metropolitana puso en evidencia las carencias del sistema y las instituciones para abordar estos temas y preservar así la salud física y mental de los adolescentes. Sobre todo cuando se trata de una sexualidad atravesada por el mundo digital.
Lo que hay que pensar es que todo el material que había de educación sexual no estaba centrado en los entornos digitales. Había que actualizar los temas en educación sexual así que se pensó hacer directamente un estudio amplio y grande que llevamos desde hace varios años con respecto a los entornos digitales. Era una necesidad hablar de entornos digitales. Una necesidad tanto para los centros educativos, para los adolescentes y para la familia.
Esta cultura del silencio genera un vacío en el acceso a la información de los más jóvenes, que muchas veces terminan canalizando su curiosidad en la pornografía.
La pornografía no educa en educación sexual entonces se crean ciertas disrupciones, sin lugar a duda. Muestra relaciones sexuales irreales y formas de prácticas sexuales que a veces no son llevadas a cabo de esa manera. Tenemos que entender que con la era digital cualquiera puede acceder a la pornografía. El tema es cómo se internaliza esa pornografía. Sobre todo cuando se consume en edades tempranas del desarrollo evolutivo, qué es lo que pasa en la cabeza de esos chicos. Sobre todo que luego esa pornografía incide negativamente en las prácticas sexuales porque evidentemente lo que sucede en el mundo de la pornografía no es lo que pasa en las prácticas sexuales.
La relaciones sexuales con las redes sociales de por medio también protagonizaron el estudio.
Eso es una de las prácticas que hemos visto en los últimos años. Las relaciones sexuales por redes. Que están muy discutidas, ¿cuándo inicia la relación sexual? Muchos adolescentes te hablan de que estas prácticas sexuales iniciadas en redes son prácticas sexuales en sí. Tiene una incidencia muy fuerte hasta que se pueda concretar la práctica sexual.
Hoy en día se realiza lo que se llama el sexting. El intercambio de fotos o videos con material erótico.
La primera franja, de 15 a 17 años, contestó que lo haría. Y la franja de 17 a 19 que lo ha hecho con una incidencia muy grande. O sea que es una práctica que realmente está entre los adolescentes. Pero no es solamente entre los adolescentes. Es de todos, en realidad.
El Instituto de Psicología de la Salud creó un sitio web para que adolescentes, familias y centros educativos tengan acceso a todos estos datos y, además, puedan acceder a información para ejercer estas prácticas con cuidado y responsabilidad. El sitio será presentado en los próximos días