En el año 2008 obtiene en la Universidad de la República los títulos de licenciado en Psicología y licenciado en Ciencias Antropológicas, en la Facultad de Psicología y la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación respectivamente. En el año 2013 se recibe como magíster en Metodología de la Investigación Científica en la Universidad Nacional de Lanús (Buenos Aires) y en 2017 se doctora en Antropología y Comunicación en la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona).
Desde el año 2009 es docente de la Facultad de Psicología. En la actualidad es profesor adjunto del programa Ciencia de Datos y Psicometría, en el Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología. Desde el año 2012 forma parte del Sistema Nacional de Investigadores de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, siendo actualmente Investigador Activo Nivel I. Desde el año 2018 es Co-coordinador de Arché. Núcleo interdisciplinario de estudios sobre psicodélicos, en el Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República. Además, es miembro externo del Medical Anthropology Research Center de la Universitat Rovira i Virgili.
Sus actividades de investigación combinan antropología y psicología, desde marcos interdisciplinarios (antropología psicológica, ciencias cognitivas, antropología médica) y utilizando metodologías mixtas cualitativas-cuantitativas. Actualmente desarrolla dos líneas de investigación. La primera es el estudio de creencias y prácticas religioso/espirituales, y su relación con la personalidad y la salud mental, en el marco del proyecto “Etnografías Mixtas y Psicometría”. La segunda es sobre psicodélicos, en el marco del grupo Arché, donde se desarrollan distintos proyectos de investigación.
Sus publicaciones en el tema abarcan distintos artículos académicos, libros, y capítulos de libro, que pueden consultarse y solicitarse en su perfil de distintas redes académicas como Academia.edu, Researchgate y Google Scholar.
Línea de investigación:
- Estudio de creencias y prácticas religioso/espirituales, y su relación con la personalidad y la salud mental, en el marco del proyecto “Etnografías Mixtas y Psicometría”.
- Estudios sobre psicodélicos, en el marco de "Arché. Núcleo interdisciplinario de estudios sobre psicodélicos", en el Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República
Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 2
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 340
Es una sustancia utilizada con fines terapéuticos que, de acuerdo a una investigación académica, ha generado escenarios “que se encuentran en plena expansión”
Cambio gradual, nuevo paradigma, plena expansión, creciente uso e incipiente desarrollo de estudios. Los conceptos dan cuenta del avance del uso de la ayahuasca y forman parte de las conclusiones de un reciente documento sobre este fenómeno terapéutico a nivel mundial y en Uruguay. Se trata de una investigación más amplia acerca de diferentes sustancias, elaborada como parte de una producción académica conjunta entre la Junta Nacional de Drogas (JND) y la Facultad de Psicología de la Universidad de la República.
Presentado en octubre, el libro reúne los trabajos finales de la primera edición de la Especialización en Estrategias de Intervención en Usos Problemáticos de Drogas, una capacitación desarrollada en 2022 entre ambas instituciones que estuvo dirigida a profesionales universitarios de diversas disciplinas con experiencia en la temática. Sus capítulos describen el consumo problemático de estupefacientes en relación con la perspectiva de género, el abuso sexual infantil en mujeres, la espiritualidad y la religiosidad, las terapias asistidas con psicodélicos y los procesos de duelo, entre otros.
Uno de los trabajos se centra en el empleo de la ayahuasca en tratamientos por consumo de drogas. Fue realizado por María Victoria Ferreira de León, licenciada en Trabajo Social, y tuvo como tutor a Ismael Apud, docente de la Facultad de Psicología, profesor adjunto del programa Ciencia de Datos y Psicometría e integrante del Sistema Nacional de Investigadores de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación.
Conocida como la “liana de los espíritus”, la ayahuasca es un preparado psicoactivo originario de la Amazonia utilizado tradicionalmente por pueblos indígenas de la región en contextos rituales, espirituales y de sanación. Su elaboración combina dos plantas: la Banisteriopsis caapi, una liana que contiene compuestos como la harmina y la harmalina, y la Psychotria viridis, un arbusto que aporta la dimetiltriptamina (DMT) responsable de los efectos visionarios.
Ferreira de León la describe como un psicodélico oneirogénico, una sustancia que intensifica la imaginación y la experiencia de los sueños al generar visiones que suelen asemejarse a las imágenes oníricas, acompañadas de sensaciones físicas intensas para quienes la consumen. La autora explica cómo es el tratamiento de adicciones mediante ayahuasca en dos centros de terapia alternativa —Takiwasi, en Perú, e IDEAA, en Brasil— y tres comunidades religiosas brasileñas pertenecientes al Santo Daime, un movimiento espiritual surgido en ese país que utiliza la ayahuasca como sacramento: el Centro de Recuperación Camino de la Luz (en Acre), el Centro Espiritual del Cielo Sagrado (en San Pablo) y el Centro Espiritual Cielo de la Nueva Vida (en Paraná).
Tras analizar el objetivo común de estos espacios, orientados a acompañar a las personas en el proceso de superación de la adicción, y valorar sus entornos abiertos y las particularidades de cada setting —entendido como el conjunto de condiciones en las que se desarrollan las experiencias terapéuticas—, la autora amplía el análisis hacia la legalidad y la regulación del uso de sustancias como la ayahuasca.
“Más allá de que el prohibicionismo continúa vigente, asistimos a un cambio gradual hacia un nuevo paradigma orientado a la regulación del uso de sustancias psicoactivas”, afirma, y define a prácticas como las de Takiwasi, IDEAA y los centros del Santo Daime como “nuevas formas de abordaje del consumo problemático de drogas”, influenciadas por la búsqueda de “nuevos caminos” que permiten cuestionar lo que se encuentra “instituido”.
“En este sentido, se presentan nuevos escenarios simbólicos, religiosos, espirituales y terapéuticos, que se podría decir que se encuentran en plena expansión”, señala.
¿Cuál es la situación de la ayahuasca en Uruguay?
En Brasil, la ayahuasca está legalmente permitida únicamente en contextos religiosos formalmente reconocidos: en 2010, el país reguló su aplicación religiosa al establecer que el brebaje puede emplearse en ciertas ceremonias sin que constituya un delito. Sin embargo, la normativa no autoriza su implementación terapéutica o clínica fuera de ese marco.
El reconocimiento incluye iglesias del Sainto Daime y también prácticas ancestrales de pueblos indígenas y comunidades tradicionales en la Amazonia, ya que se entiende como parte de sus usos rituales y espirituales. El año pasado, por ejemplo, en el estado norteño de Acre se realizó el Festival Atsa Puyanawa, promocionado por la gobernación estadual y del que participaron cerca de 30 personas en una caminata por la selva acompañados por líderes indígenas como José Luiz Puyanawa, conocido como Puwe. La experiencia, que duró alrededor de seis horas, incluyó relatos de historias tradicionales, cantos, la consagración de la medicina de la ayahuasca y un almuerzo típico con pescado asado.
El Centro de Recuperación Camino de la Luz, ubicado en la ciudad brasileña de Río Branco, también en Acre, asegura que la ayahuasca es un líquido sagrado y precioso, un instrumento para la concentración mental que eleva la conciencia de la persona, remueve las impurezas del espíritu y del cuerpo y permite la liberación de las ataduras del pecado y del vicio, y una fortaleza para que la persona pueda guiarse por el camino de la rectitud.
“Actúa como consejera divina en las conciencias y promueve una transformación profunda desde el interior hacia el exterior. La persona suele perseverar porque examina la verdad de lo enseñado en su propia conciencia, fijando de manera más fácil y profunda en su memoria mensajes de rectitud y de conducta adecuada, que pueden conducirla a una verdadera salud, lejos de las drogas y de actitudes que no contribuyen al progreso personal, familiar y social. Es, para nosotros, un poderoso instrumento de fe”, señala el espacio religioso en su sitio web.
En Perú, el Instituto Nacional de Salud describe a la ayahuasca como una planta de uso en la medicina ancestral y que, en la actualidad, “se encuentra en boga por personas que buscan mejorar algunos aspectos de su salud o bien desean experimentar con fines recreativos”. En ese país se habilita la práctica de sesiones rituales de ayahuasca “como un pilar fundamental de la identidad de los pueblos amazónicos” y en 2008 se declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos y usos tradicionales de la ayahuasca practicados por las comunidades nativas.
Ferreira de León destaca estas implementaciones en Brasil y Perú como parte de un “cambio gradual” a favor del uso legal de la ayahuasca. Aunque aclara que en Uruguay “no se encuentra regulado”, sí asegura que existe “un creciente uso en contexto ritual de este brebaje” y también un “incipiente desarrollo de estudios” sobre el tema: “Se destaca en nuestro país, el desarrollo de la investigación en psicodélicos mediante el equipo de trabajo de profesionales de distintas disciplinas”.
La referencia es sobre Arché, un grupo de investigadores de la Universidad de la República, la Universidad CLAEH y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable interesados en el desarrollo de conocimiento sobre diferentes aspectos relacionados a las sustancias psicodélicas. Respecto a la ayahuasca, uno de los documentos de Arché plantea que “en los últimos años, distintos estudios sugieren no solamente la escasa presencia de efectos negativos, sino también posibles usos terapéuticos asociados a su preparación”.
“Investigadores provenientes de distintas áreas (psicología, psiquiatría, neurociencias, farmacología, antropología) han señalado posibles usos terapéuticos en distintas afecciones mentales como ser depresión, duelo, ansiedad, trastornos alimenticios y adicciones a drogas de abuso”, indica el grupo en su sitio oficial.
Para Ferreira de León, al tratarse de una sustancia con potencial terapéutico en el abordaje de las adicciones, la ayahuasca “se aleja, de cierta forma, de su concepción como droga psicoactiva, pudiendo llegar a considerarla como ‘planta medicinal’”.
“Incluso, se podría pensar a futuro en la posibilidad de poder evitar u optar por el uso de fármacos de forma tradicional, que muchas veces no tienen los efectos deseados y/o provocan efectos secundarios negativos en personas con determinados diagnósticos”, propone en las reflexiones finales de su trabajo. “A modo de hipótesis, en relación con una posible regulación de los tratamientos con ayahuasca y otros psicodélicos, podríamos anticipar que las grandes farmacéuticas podrían oponerse debido al impacto potencial en el mercado y en su industria, lo cual generaría importantes controversias en su implementación. No obstante, se está incursionando en un nuevo camino en el que comienzan a desmoronarse ciertas concepciones y estigmas, lo cual resulta beneficioso para la salud de los sujetos”, concluye.