Durante una exposición, realizada anoche en el Paraninfo de la Universidad, Pérez Esquivel hizo mención en general a la situación de los derechos humanos en el continente y a nivel mundial. Su presencia se enmarcó en la jornada, “Los Derechos Humanos en el Cono Sur”, organizada por el Instituto de Psicología de la Salud.

La presentación estuvo cargo de Víctor Giorgi, director de dicho Instituto.

En un pasaje de su alocución, Pérez Esquivel, señaló: “Los derechos humanos, no es calmar el dolor de los que sufren, únicamente. No podemos quedarnos ahí, podemos darle una aspirina para poder calmar el dolor de cabeza, o el dolor interior. Los derechos humanos van a más, más profundidad, a cambiar, es un cambio estructural. Son caminos de liberación, de transformación social, cultural, política, de pensamiento. Este es el gran aporte que puede hacer la política de los derechos humanos. No únicamente pensar que tenemos que calmar el dolor ajeno. Tenemos que compartirlo, tenemos que buscar cambios estructurales. Si no caemos en el asistencialismo de los derechos humanos y no en una transformación profunda de la conciencia de los pueblos”.

“Creo que desde ahí podemos comenzar a pensar. Se habla mucho de los derechos humanos de una época que la sufrimos. Yo soy un sobreviviente de esa época. Lo que fue la época de las dictaduras militares en toda América Latina, lo que todavía no tenemos resuelto. Tenemos asignaturas pendientes. La búsqueda de la verdad, de la justicia, del estado de derecho, de la reparación del daño hecho”.

Más adelante se preguntó ¿qué pasa con los gobiernos constitucionales? ¿Cuál es el derecho de la verdad, de la justicia, de la reparación y qué hacemos para que esto no vuelva nunca más a afectar la vida de nuestros pueblos? Tenemos muchas asignaturas pendientes. (..)

Reconoció que América Latina es una región con luces y sombras

“La mayoría de nuestros países han aprobado una Ley Antiterrorista

¿Quiénes son los terroristas? Cuando hablamos de los derechos humanos quiero señalar lo siguiente. No son solo los derechos individuales, los derechos sociales, colectivos, los que las Naciones Unidas señalan, sino los de la tercera generación, todos se interrelacionan profundamente. (..) El derecho a la autodeterminación de los pueblos, al medio ambiente y el derecho a la soberanía de los pueblos. Este contempla el marco integral de los derechos humanos”.

El rol de las FFAA

Más adelante, al referirse al papel de las Fuerzas Armadas en la participación democrática de los países, manifestó: “Personalmente, en la cátedra que dirijo en la Facultad de Ciencias Sociales en Buenos Aires, hemos trabajado dos años con la marina argentina, que fue una de las fuerzas más terrible; están los vuelos de la muerte, la violación sistemática. Se han formado las nuevas generaciones de las fuerzas armadas. No son las mismas generaciones de la época de la dictadura. Creo que la sociedad tiene que tener un debate sobre el rol de las fuerzas armadas en la construcción democrática. Hemos debatido todo esto, y lo hemos hablado con los altos mandos, con almirantes, vicealmirantes, capitanes de navío, de corbeta. Nosotros hemos trabajado sobre la marina; otros lo han hecho sobre el ejército, sobre la fuerza aérea. Me parece que la sociedad en su conjunto tiene que debatir cuál es el rol de las fuerzas armadas que fueron utilizada para cometer todas esas atrocidades. Pero no son los únicos. Aquí hubo empresarios, sectores de las iglesia, de la sociedad civil. Cuando hablamos de estos, tenemos que ver en el conjunto, lo que pasó en nuestra sociedad y en cada país. Las fuerzas armadas tienen un rol que cumplir en la sociedad. Es estar al servicio del pueblo, protegiendo al pueblo. No hay soberanía sin pueblo”.