Jornada: Estado Sociedad y criminalización adolescente
El pasado martes 14 de octubre se realizó la Jornada: Estado Sociedad y criminalización adolescente, en el Aula Magna de la Facultad de Psicología, organizada por el Proyecto El Farol del INAU.
La actividad contó con la presencia de Leticia Benítez (Periodista), Luis Pedernera (Integrante de IELSUR), Asist. Alfonso Lans (Psicólogo) y Pablo Martinis (Pedagogo).
Los profesionales especializados en la temática abordaron la temática desde diferentes puntos de vista -profesionales y personales- brindando datos y referencias acerca de cómo es la situación actual de la población adolescente en la sociedad Uruguaya.
La criminalidad adolescente está asociada a la población más pobre, sostuvieron todos los expositores, y de esto se desprendió la firme pronunciación por el “No a la baja de la edad de imputabilidad penal” por parte de los profesionales expositores.
Expusieron además que la forma en que se tratan los temas de criminalidad, aquello que está en el pienso de la sociedad, es que los robos y actos delictivos que suceden en Uruguay están vinculados, en su mayoría, con los adolescentes.
Asimismo, el mensaje que se transmite por parte de los mayores influenciadores: referentes políticos, medios de comunicación y, en muchas situaciones, la policía, distorsionan la problemática.
Luis Pedernera, integrante del Instituto de estudios legales y sociales del Uruguay (IELSUR), sostuvo que “las verdades a medias y los discursos de ciertos sectores de la sociedad hacen que la idea de la baja de la edad de imputabilidad vaya prosperando”, y explicó cómo actúa el Sistema de justicia uruguayo a la hora de juzgar a los jóvenes, afirmando que “al sistema penal se le adjudican roles para los cuales no fue creado” y esto tiene sus consecuencias a la hora de las resoluciones y medidas tomadas.
Pedernera expresó a su vez que el panorama es terrible, y se refirió a los efectos reales que causa el encierro, diciendo que “a la cárcel se le está depositando demasiadas exigencias y expectativas que no debería tener”. Principalmente porque las cárceles no son reales centros de rehabilitación sino que promueven todo lo contrario: hacinamiento, violencia y falta de programas de apoyo.
“Un ámbito de reclusión no es un ámbito educativo” señaló el Pedagogo Pablo Martinis.
Sostuvo entonces que para que esto sea posible se requiere que las personas sean reconocidas como sujeto, que se generen propuestas educativas que incluyan aspectos como la cultura, y que todos los temas sean compartidos de igual forma para toda la sociedad; sin olvidar la necesidad de involucrar a otro actores y referentes para esta población afectada, ya que la parte emocional y el apoyo familiar son fundamentales.
"El encierro genera más violencia y no permite una verdadera rehabilitación" afirmaron tanto Martinis como Pedrenera.
Para reforzar la idea de que uno de los puntos de partida para abordar esta problemática es la educación, tal como se destaca en el proyecto El Farol, citaron a Violeta Núñez: “Nuestra función es presentarles aquellos bienes culturales de los que aún no disponen, no decidir si les corresponde o no, si son aptos o no, si lo merecen o no…. Ellos ya decidirán sobre qué les conviene. Nuestra tarea es crucial: garantizar que puedan acceder a lo que les pertenece”.
"Debe existir una responsabilidad de transmitir", destacó Martinis: “hay que ofrecer la posibilidad de la transmisión de saberes, conocimientos valiosos, y ponerlos a disposición es una responsabilidad”. Según Martinis, el Sistema educativo produce fracasos asociados a la pobreza que no son más que fracasos del propio sistema educativo, y no de los adolescentes.
Compartió que, del 70% de los jóvenes terminan el Ciclo Básico, el 34% son adolescentes que viven en situación de pobreza; y del 40% que termina el Bachillerato, solamente un 6% de los jóvenes en situación de pobreza logran terminarlo; por lo que los jóvenes que viven en situación de pobreza, son segregados de cierta forma, y vistos con una propensión a realizar conductas delictivas.
¿Cómo se muestra la criminalidad adolescente en los medios de comunicación?
La Periodista Leticia Benítez habló acerca de cómo es abordado este tema por parte de uno de los actores más influyentes en la opinión pública, el periodismo.
Apoyándose en cifras publicadas por UNICEF, Benítez expresó que el porcentaje de pobreza infantil era de un 60% en 2004, y datos de 2003-2005 muestran que 8 de cada 10 menores vivían en situación de pobreza. Sostuvo por otro lado que gran parte de los presos de la Colonia Berro “son hijos de la crisis del 2002”.
Agregó luego que “la no asociación de la pobreza con la criminalidad resulta imposible, por lo que los adolescentes aparecen en los medios de comunicación como delincuentes y no como ciudadanos” (…) “El lenguaje y la cobertura de los crímenes efectuados por adolescentes marginados es diferente, se adjetivan las noticias”.
“El problema comienza con la elección de los temas que determinan la agenda diaria, ¿cuál es el porcentaje real de actos delictivos realizados por adolescentes?”
Para Benítez, el discurso que la televisión presenta es tomado por parte de la población como la realidad, y lo que allí se muestra es asumido y naturalizado de tal manera que es lo único en que se cree.
Para el Asis. Alfonso Lans, el adolescente es visto como objeto del odio a la vida y estos representan todo aquello que no vamos a volver a recuperar.
Señaló además que a los adolescentes se les exige responsabilidad y aprender a sobrevivir en un mundo en el cual ellos no están viviendo de la misma manera que los adultos.
El proyecto “El Farol” inserto en la División de Protección Integral de Tiempo Parcial –Programa Calle y cogestionado con la Asociación Civil Vida y Educación-, trabaja en el marco de la Convención de los Derechos de niños/as y adolescentes, promoviendo y enfatizando en especial los derechos a la salud, la familia, la educación, la participación y la prevención de situaciones de mayor riesgo para la integridad de los mismos.
Toma como punto de partida reconocer y respetar al niño como sujeto de derecho, con capacidades, necesidades y formas de ver y estar en el mundo.
-UCI-