La recuperación de la memoria pedagógica de una escuela.
En el caso del estudio de la historia de la Escuela 129 de Toledo
Tania Presa obtuvo la titulación de magister a través de una investigación en donde indagó sobre la memoria pedagógica. A fin de pensar el discurso pedagógico contemporáneo, el lugar del cambio institucional, los diferentes formatos pedagógicos y cómo se configura hoy la relación escuela-entorno social, realizó una recuperación y reconstrucción histórica de la escuela 129 de Toledo, en el período comprendido entre 1945 y 1958.
Los maestros de antes eran mejores. Presa del supuesto en donde este discurso nostálgico sobre la escuela del pasado actuá como “una mitología desde la que se intenta justificar la idea de que la práctica educativa del pasado era reconocida y legitimada. A diferencia del discurso contemporáneo, que está cargado de concepciones tales como vulnerabilidad, fragilidad y nostalgia por la pérdida de aquella escuela que se quiere recuperar.”
A partir de la reconstrucción de esta escuela del pasado, y a través de la interpretación de diversas fuentes la autora tomó como categoría de análisis las mutaciones que fue tomando la dimensión escuela – entorno social, identificando un desplazamiento y ruptura.
En la primera etapa de estudio, la escuela y el vecindario se vinculaban desde la reciprocidad. El entorno ofrecía insumos para pedagogizar el trabajo y la escuela la legitizamación de la cultura.
La relación estaba marcada por la mediación del vivero local, la principal fuente laboral de aquella época (1945). Pero en la última etapa de análisis (1958), “ya no va el vivero a la escuela sino que es la propia escuela quien crea su huerta”, y la convierte en un insumo para sus propuestas didácticas. Lo que para Presa marca la idea de un mundo escolar “creado a imagen y semejanza de la sociedad”. La escuela deja de ser el centro de reuniones de los vecinos, que continúan participando pero como forma de conocer los métodos de enseñanza llevados adelante por la escuela.
Otro desplazamiento que incide en la relación escuela entorno es el vinculado a la forma de concebir al niño. En el primer momento se enfatizaba en el niño carente, catalogado como perteneciente a una “situación económica precaria”, por lo que la escuela llevaba adelante mecanismos de asistencia para paliar dicha situación, así como también intentaba dar seguimiento y control de la salud de cada niño. Ejemplo de ello es la aparición del comedor escolar, la copa de leche, la entrega de ropa y calzado. Para la autora en muchos casos la escuela tomó una postura compensatoria a la familia.
Posteriormente, el lugar del niño fue adquiriendo un significado diferente, el eje de atención se desplazó de la carencia a la actividad del niño. Según Presa, permearon las ideas derivadas de la Escuela Nueva, reflejado en varias iniciativas y aspiraciones de las que intentaba promover la educación física, la recreación, la música, el contacto con la naturaleza, la experimentación, la observación, y potenciar su espíritu crítico y creatividad.
A partir de esta investigación la autora reflexiona, sobre la posibilidad de pensar las culturas escolares en movimiento, capaces de generar cambios, desplazamientos, rupturas y permeabilidades con el medio en el que se encuentran.
Presa concluye que la perspectiva histórica para el análisis de las culturas escolares permitiría detectar aquellos nudos dramáticos que operan en la actualidad como mitos fundacionales que se desprenden de aquellos contratos e historias desde las cuales las instituciones educativas se originan. “El poder hacer visibles esas historias a través de la recuperación de su memoria pedagógica, nos propicia de una matriz de análisis desde donde poder visualizar las problemáticas desde las cuales en la actualidad la escuela es interpelada.”