Compartimos la siguiente entrevista realizada por el Diario El País al Físico Serge Haroche, Ganador del Premio Nobel 2012, por considerarla de interés para Estudiantes, Graduados y Docentes de esta casa de estudio.
- La Mecánica Cuántica intenta demostrar fenómenos muy difíciles de entender y de probar, ¿cómo se convive con la incertidumbre de que quizás se falle en esa tarea?
-Es cierto. Nosotros nunca supimos si nuestro experimento iba a funcionar o no. Tan solo ocho años atrás fuimos capaces por primera vez de atrapar un fotón, la partícula mínima de la luz, detectarlo y observarlo sin destruirlo. Para eso necesitábamos una trampa muy buena y no estábamos seguros antes de tenerla de que fuera posible. De hecho, la propuesta la habíamos escrito muchos años atrás, la teoría la teníamos desde hace 20 años. Nos tomó 15 años desarrollar la tecnología para hacer el experimento. En algunos momentos es duro, pero cuando te propones una meta muy ambiciosa nunca sabes si tendrás éxito. En el medio puedes hacer experimentos que sean menos difíciles, porque al mismo tiempo los estudiantes tienen que recibirse. Se trata de un balance entre la meta de largo plazo y el resultado de corto plazo. Es un equilibrio.
-¿Cuánto estuvieron intentando que el experimento funcionara?
-Las raíces de esto son viejas, se remontan a 1976, 35 años atrás, cuando utilizamos por primera vez átomos especiales que son muy activos y que se comportan como antenas. Para preparar esos átomos se precisan láseres. Recién en la década del 70, cuando los láseres estuvieron disponibles, se pudo empezar este tipo de investigación. Entonces me di cuenta de que los átomos preparados por los láseres tenían mucha sensibilidad a las microondas y empezamos a jugar con ellos. Ha sido un proceso muy largo.
-¿Cómo surgió el concepto de la trampa para los fotones?
-Fue progresivo. Si quieres estudiar cómo los átomos interactúan con la luz, necesitas mantener la luz por un rato porque cuanto más larga sea la interacción de la luz y la materia, más fuerte es la interacción que estudias y más preciso es el experimento. Llegamos progresivamente a la conclusión de que una cavidad de espejos era lo mejor para poder mantener la luz por más tiempo. La idea era atraparla para observarla con más precisión.
-¿Por qué decidió abocarse a las partículas de la luz, los fotones?
-La mayoría de la información que se obtiene de la materia proviene de la luz. Si nos miramos, nos vemos por la luz que viene del Sol o de las lámparas. La forma en que se produce es muy importante. Cuando ves la luz muy tenue se manifiesta en fotones, en bandas de energía que aparecen en pasos discretos. Es muy natural que si quieres estudiar el fenómeno de la luz en el nivel más fundamental trates de aislar una sola partícula de luz e intentes ver cómo interactúa con la materia; de hecho la interacción de luz y materia es fundamental para ambas.
-¿Cómo se sintió cuando lo logró?
-Eso fue fantástico. Hacía mucho tiempo que lo buscábamos y de pronto nos dimos cuenta de que lo habíamos logrado y se abrieron muchas puertas. Estábamos seguros de que mucha gente iba a estar emocionada. Fue una alegría más pura que ganar el Nobel y que no tiene precio.
-Y ahora, ¿qué se siente ser más brillante que la luz?
-En este momento es sorprendente. No esperaba tanta exposición, hay mucha gente interesada en entender lo que hicimos y no solo desde la ciencia, pero después de un tiempo se hace un poco cansador. No estoy acostumbrado. Por supuesto es lindo saber que lo que hiciste es interesante no solo para una pequeña comunidad, sino para muchos.
-¿En qué momento decidió dedicarse a la Mecánica Cuántica?
-Fue hace mucho tiempo. Cuando era estudiante estaba interesado en la matemática y en el hecho de que la naturaleza obedece leyes matemáticas. Cuando empecé a estudiar en la Escuela Normal Superior de París fui expuesto a la cuántica y me gustó. Me fascinó que fuera tan diferente a la Física clásica y empecé a trabajar en este campo. Era el tiempo en que empezaban los láser y era claro que eran una herramienta fantástica para estudiar y manipular la materia.
-Han sido años muy importantes para la Física, con descubrimientos fundamentales como el Bosón de Higgs, ¿qué desafíos quedan?
-A nivel de conocimiento fundamental del universo hay cosas que no se saben, como la relación entre gravitación y la teoría general de la relatividad. Hay una conexión perdida entre gravitación y Física Cuántica. La teoría está buscando este enlace perdido. En mi campo las leyes son conocidas, las cosas nuevas provienen de combinaciones, como cuando conoces las leyes para jugar ajedrez pero aún puedes crear jugadas nuevas. Eso permite crear cosas nuevas, como las computadoras cuánticas, que son todavía algo como un sueño que no está claro si funcionará, pero es una dirección que se va.
-La Mecánica Cuántica maneja conceptos difíciles y revolucionarios, ¿poder entenderla hace más difícil entender el mundo en el que vive?
-No, es un nivel diferente. Los conocimientos de la Mecánica Cuántica son contraintuitivos, porque la forma en que el sistema trabaja a nivel microscópico es muy extraño. Pero en la vida no vivo de acuerdo a eso. Además quiero decir que aunque sea extraña, la Física Cuántica es muy útil. Toda la tecnología de nuestra vida diaria, el láser, las computadoras, el GPS se basan en Física Cuántica. La extrañeza de la Física Cuántica, aunque se esconde en el mundo macroscópico, es todavía muy importante. Y mucha gente usa estas herramientas y no sabe que son instrumentos cuánticos.
-En la ciencia en general, pero sobre todo en la Física, hay un estereotipo de científico muy similar a Sheldon, el personaje de la serie de TV TheBigBangTheory, que también es físico. ¿Ese estereotipo es real?
-Depende. En Física hay todo tipo de gente. Mucha gente está muy obsesionada con su trabajo, vive solo en función de eso y se vuelve extraña para la sociedad. No estoy familiarizado con ese programa pero recuerdo que hace unos años los hermanos Cohen hicieron la película Elhombreserio, que es la historia de un físico. Cuando la película empieza el físico habla de una clase sobre algo muy parecido a lo que nosotros hacemos. Pero en la película él tiene una vida muy extraña, lo describen así. Recuerdo que cuando lo vi dije: ¿cómo es que piensan esto?
-¿Esperaba el Premio Nobel?
-Imaginé que podía pasar luego de que el experimento funcionó porque lo que hicimos fue bien recibido por la comunidad científica. Pero la comunidad es grande y el campo de la óptica es muy activo. En esta conferencia hay dos o tres personas que pueden ganar un Nobel. No lo ganan todos porque no hay tantos premios. Uno sabe que es una posibilidad, pero no es tan alta, entonces es mejor no pensarlo por adelantado.
-¿Cómo cambió su vida el premio?
-Pasó apenas hace unas semanas, la ha cambiado porque tengo muchas preguntas, entrevistas e invitaciones. Es cansador y espero que no siga así para siempre. Quiero decir que es con un equipo con el que he trabajado todo este tiempo y estoy muy contento también por ello, porque es un reconocimiento también a su trabajo.
-¿Qué se precisa para desarrollar buena investigación básica?
-Para la ciencia básica se necesita tiempo y financiamiento regular. Tuve suerte de que el sistema de Francia le proporcionó eso a mi trabajo, pero tengo miedo por los jóvenes, ya que ahora es más difícil porque la situación económica es peor. Ahora les piden cada vez más que no hagan investigación básica sino trabajo aplicado. Eso no es bueno. La investigación básica es necesaria y hay que desarrollar un ambiente para fomentarla. Algunos gobernantes, agencias y políticos no entienden que la investigación básica, la investigación que es llevada por la curiosidad, es esencial aun cuando esperes tecnología porque nunca se sabe de dónde va a venir la tecnología. La tecnología viene de una combinación de investigaciones básicas que no se hicieron por su aplicación.
-¿Cuál debería ser el rol de los países en desarrollo en ese contexto?
-Creo que esos países están desarrollando investigación con mucha fuerza. Eso es cierto en Asia para países como China o Singapur. He visitado durante muchos años Sudamérica y he visto el desarrollo de la investigación básica en Brasil y en Argentina. He visto la evolución. Es muy importante para hacer desarrollo en investigación aplicada tener una base fuerte de investigación básica. Además, hay que considerar que los problemas que enfrente la humanidad serán resueltos por la ciencia y para eso es necesaria la investigación básica.
-¿Qué les falta a los países latinoamericanos para estar al nivel de Europa en investigación?
-Antes de la ciencia, está la educación. Lo que me preocupa en regiones como Sudamérica es que la educación tiene problemas porque los maestros, por lo que entiendo, no son bien pagados, entonces tienen muchos trabajos y eso no es bueno para los niños. Es muy difícil para los gobiernos entender que la primera riqueza de un país es su gente joven y la educación que se les dé.
Serge Haroche
Fue más inteligente que la luz. Atrapó las partículas que la forman, llamadas fotones, en una caja y logró medirlas y manipularlas. Esa rapidez le valió un Premio Nobel, que no vacila en decir que esperaba. Serge Haroche dedicó su vida a la Mecánica Cuántica, pero esa ciencia de lo ínfimo fue la excusa para conocer el mundo. Le gusta viajar, es amante de la pintura expresionista y de la obra del peruano Mario Vargas Llosa, tal vez porque en ella, como en la Mecánica Cuántica, distintas situaciones conviven y se superponen y es sutil el límite entre la coherencia y la decoherencia. En desentrañar ese límite ha puesto 35 años de su vida. Hasta hoy estará en Piriápolis en el VI Congreso Quantum Optics.
PERFIL
Nombre: Serge Haroche
Nació: Casablanca, Marruecos
Edad: 68 años
Profesión: Físico. Ganador del Premio Nobel 2012Serge Haroche nació en Casablanca (Marruecos) en 1944. Pasó su niñez en ese país hasta los 11 años, cuando llegó a París. En el liceo, y especialmente en los últimos años de secundaria, descubrió una gran pasión por la matemática y comprendió con sorpresa que "la naturaleza obedece a las leyes matemáticas". A los 19 años fue admitido en la Escuela Normal Superior de París (ENS), considerada la más prestigiosa de Francia, que entre sus egresados tiene a otros siete ganadores del Premio Nobel. Se especializó en mecánica cuántica a partir de su trabajo de tesis. Trabajó en el CNRS, en la Universidad Pierre y Marie Curie, en la Escuela Normal Superior, en la Escuela Politécnica y en el Collège de Francia. Su labor se ha centrado en la observación experimental de partículas cuánticas. El 9 de octubre pasado, la Academia Sueca de Ciencias lo distinguió, junto al norteamericano David Wineland, con el Premio Nobel por sus innovadores estudios sobre la relación entre la materia y la luz. Dice que el reconocimiento es un logro de equipo.