El 13 de agosto se realizó la conferencia “Vínculo materno-infantil: una mirada desde la neurociencia afectiva” en el salón Sabina Spielrein de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República. Se trató de un evento organizado por el Programa Cognición del Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología, que sirvió para dar apertura a la unidad curricular obligatoria (UCO) Procesos Cognitivos.

Esta conferencia inaugural, de entrada libre y transmitida por el canal institucional de la Facultad en YouTube, estuvo a cargo de la docente Annabel Ferreira, psicóloga y doctora en Ciencias Biológicas, quien es docente e investigadora en el Instituto de Biología de la Facultad de Ciencias de la Udelar, además de integrar el Sistema Nacional de Investigadores.

La invitada comenzó la conferencia con una reflexión sobre una primera inquietud en sus estudios de psicología: qué es la mente y cómo surge algo tan rico y complejo de una base fisiológica como el cerebro. Desde sus primeras investigaciones, se sintió fascinada por la relación entre la mente y el cuerpo, especialmente al descubrir la interacción entre experiencias subjetivas, comportamientos y mecanismos neurobiológicos en mamíferos. En particular, le impactó un experimento en el que se convertían las vocalizaciones inaudibles de crías de ratones en sonidos audibles, lo que le permitió vislumbrar cómo se reflejan fisiológicamente las emociones y vínculos entre madre e hijo.

Ferreira contó sus experiencias en la exploración profunda del vínculo madre-hijo en distintas especies, desde ratones hasta ovejas, y luego en seres humanos. Observó cómo el vínculo afectivo, al que algunos llaman "amor", está presente en todas las especies de mamíferos, siendo un vínculo selectivo y duradero que exige cooperación. Ferreira destacó la importancia evolutiva de este vínculo en la formación de sociedades humanas y cómo, a través de procesos cognitivos, motivacionales y afectivos, permite la integración de los hijos en el mundo social. Este interés la llevó a estudiar las emociones y motivaciones maternas, así como los cambios emocionales y neurales que se producen en las madres al cuidar de sus crías.

La investigadora expuso cómo su trabajo evolucionó para incluir estudios en mujeres humanas, con énfasis en los efectos de experiencias traumáticas tempranas en la maternidad, particularmente en contextos difíciles como cárceles. En ese sentido, aseveró que sus investigaciones le permitieron demostrar la plasticidad neural en el cerebro materno y cómo este se adapta a las necesidades de los hijos, lo cual tiene profundas implicaciones tanto en la biología como en el bienestar emocional de las madres y sus hijos.

Ferreira analizó los niveles de ansiedad y depresión en mujeres que experimentaron abuso sexual en su infancia o adolescencia. Observó que, a pesar de estos traumas, las mujeres no mostraron diferencias significativas en la percepción de su maternidad en comparación con otras poblaciones de bajo riesgo. Además, enfatizó la fuerte conexión emocional que estas madres desarrollan con sus hijos, llegando incluso a reemplazar adicciones previas con el cuidado maternal.

Finalmente, la invitada abordó el tema de la empatía en los niños y señaló que esta emerge tempranamente, alrededor de los 11 a 12 meses, y se desarrolla de manera gradual, comenzando con componentes afectivos y luego integrando aspectos cognitivos y prosociales. Resaltó la importancia de la sincronía entre madre e hijo, tanto en el comportamiento como en la fisiología, como un factor clave para el desarrollo emocional y social del niño. La conferencia concluyó subrayando que este tipo de interacciones tempranas podrían ser la base para la formación de vínculos sociales más sólidos y empáticos en el futuro.