El rector de la Udelar, Rodrigo Arim, y el prorrector de Enseñanza, Juan Cristina, participaron el 15 de junio en la sesión del Consejo de Facultad de Psicología para poner en común lo proyectando a fin de dar continuidad al calendario lectivo y discutir en papel de la Universidad de cara a las necesidades sociales puestas de manifiesto con la pandemia y con la nueva legislación que se discute en el parlamento.

La dificultad que tuvieron todas las universidades en el mundo a propósito de la llegada del COVID-19 "es que vivimos de la aglomeración. Esta interacción social, en tanto espacios públicos abiertos, es un posible foco de expansión de la enfermedad", expresó el rector. En este contexto, las políticas centrales estuvieron focalizadas en mantener el funcionamiento democrático de la Udelar, mantener el vínculo con funcionarios/as y docentes y sostener las funciones universitarias.

La respuesta institucional en el contexto de pandemia "es de una magnitud comparable a las mejores situaciones de la región; somos quienes tuvimos mayor capacidad de respuesta en estas circunstancias" destacó Arim. El cogobierno universiario "con nuestras disparidades, dispersión y heterogeneidad fue más eficaz que los vínculos verticales que tienen otras instituciones. Hemos logrado hacer funcionar la democracia universitaria y eso es un objetivo central.” Continuidad de las funciones universitarias

En lo que va del semestre se han dictado 22 mil clases, a través de las plataformas Zoom y WebEx, a más de 90 mil estudiantes. De 2700 cursos solo 64 no migraron a plataformas y los que no lo hicieron fue por las características de los cursos. El 80 por ciento de la Unidades Curriculares migraron a formato no presencial según datos proporcionados por el prorrector de Enseñanza.

“Estos números demuestran que la Universidad no interrumpió las funciones de enseñanza”, enfatizó Arim. Haciendo referencia al retorno a la presencialidad, el rector señaló "tenemos cierta presión social y política en marcar un día “D”, cuándo la Udelar va a retomar una normalidad. Difícilmente vamos a volver a una normalidad en el 2021, pero no vamos a abrir los locales universitarios como antes del 12 de marzo. Podemos estar sujetos a brotes periódicos y Uruguay pude hacer un monitoreo y controlarlos rápidamente y que el país tenga un flujo de presencialidad razonable, pero puede que no.”

El rector propuso planificar el próximo semestre en clave de escenarios contingentes, a modo de "poder dar respuestas incluso dentro de la incertidumbre. Vamos a convivir con ella durante mucho tiempo, porque no es claro lo que va a pasar con los países vecinos y las complejidades del manejo de la enfermedad". En tal sentido, planteó sostener la permanencia de las clases magistrales y los teóricos masivos en escenarios no presenciales. Por su parte y en lo que respecta a las actividades de extensión, laboratorios, estaciones experimentales y salidas de campo, destacó que se están retomando con protocolos de cuidados muy claros.

Para Alejandra Veroslavsky, consejera por el orden de egresados/as, las mayores dificultades a nivel de enseñanza se platean en el ámbito clínico. "Tenemos obstáculos que revertir si queremos continuar con algunas prácticas clínicas y hacerlas sin riesgos; estamos ante nuevas formas de vincularnos, el desafío es pensar cómo serían los nuevos modelos de organización de la enseñanza y aportar al redimencionamiento y reorganziación de nuestras prácticas."

Evaluaciones

El orden docente de Facultad de Psicología se plantea la postergación de los exámenes de julio, cuestionando la eficacia de los sistemas de evaluación online. Según expresó el consejero docente Juan Fernández, "uno de los puntos más discutidos en el orden es la instrumentación de la evaluación en julio y su dilación para el futuro".

Tanto Lucía Berreto como Camilo Laner manifestaron la preocupación del orden estudiantil ante la suspensión de las evaluaciones "que el calendario se atrase cambia las cursadas, la organización de la vida".

Por su parte Arim puso el énfasis en dar continuidad al proceso educativo. "Tenemos que dar la seguridad a los/as estudiantes, si cursaron van a tener su evaluación y sus créditos". Recomendó planificar las evaluaciones de manera tal que en caso de hacerlas de manera presencial se realicen en tandas cortas o combinadas con lo no presencial.

Políticas para acompañar

Otra de las preocupaciones visibilizadas por Juan Cristina tiene que ver con el esfuerzo realizado por el colectivo docente. "Los equipos hicieron un esfuerzo sobre humano, no solo en pasar a una enseñanza no presencial sino también por sus condiciones personales, familiares, hacerse cargo de otra gente". El prorrector destacó la propuesta realizada para generar mecanismos de reconocimiento y compensación a los grados 1 y 2 “que se hicieron cargo de una parte desproporcionada del esfuerzo por su acercamiento generacional con la tecnología”.

Para el decano de Facultad de Psicología, Enrico Irrazábal, la clave a la hora de evaluar situaciones críticas es no homogeneizar los servicios universitarios, ni sus composiciones a nivel interno y tomar las resoluciones en base a las diferencias y diversidad de cada servicio. "Para componer el campo sobre cómo abordamos el nuevo período la clave es la heterogeneidad y las diferencias.”

El vínculo con la sociedad

Un tercer punto puesto a consideración por el rector fue el de la capacidad de la Universidad para sostener a la sociedad desde la producción del conocimiento avanzado y democrático. “La Udelar tendrá que desarrollar sus capacidades para atender las problemáticas sociales devenidas de la crisis provocada por las medidas para afrontar la pandemia. Lo vamos a hacer en un contexto donde nos han obligado a discutir la LUC, que reconfigura todo el andamiaje de las políticas públicas, donde está vedada la movilización en masa”.

“La paradoja es que al mismo tiempo las medidas que nos protegen del virus tienen efectos en distintos planos de la vida en su conjunto y universitaria también”, expresó Alicia Rodríguez. La consejera por el Orden Docente planteó las consecuencias de los efectos en la vida universitaria. Particularmente, en el desarrollo de la extensión, se preguntó cómo “estar más cerca de esos movimientos sociales cuando el resto de la sociedad empieza a hacer movimientos y nosotros permanecemos en distanciamiento”.

Robert Pérez destacó el posicionamiento que la facultad tomó para “aportar en esta coyuntura, para acompañarla y estar a la altura social de la misma” enfatizando en que para “cuidar la sociedad tenemos que fortalecernos nosotros, qué mensajes estamos dando a la interna para soportar. Desde el lugar docente es necesario visualizar cómo nos cuidamos a la interna para sostener esta situación que va para largo”.

Para el docente Nelson de León los desafíos se juegan a nivel de las micropolíticas, “la facultad ha venido desarrollando con mucha fuerza el contacto virtual con las organizaciones, que no sustituye la presencialidad, pero sostiene”. Destacó la dificultad material de conexión que tienen algunas personas, así como las barreras tecnológicas y apostó a tener una facultad de puertas abiertas para aportar al momento que atravesamos.