Con el proyecto Raíces Africanas en Montevideo: Narrativas presentes y futuras (AFROCENT), impulsado por la Facultad de Psicología y financiado por el Programa IM-Udelar, se construyeron narrativas que visibilizan experiencias y resistencias de la comunidad afrodescendiente y migrante. A través del fotovoice, sus protagonistas contaron sus historias, mostraron las desigualdades que enfrentan y pusieron en primer plano la riqueza de su cultura y memoria. El proyecto no solo documenta realidades invisibilizadas, sino que genera conocimiento emancipador, fortalece los movimientos sociales afro y promueve un diálogo crítico entre comunidad y academia, invitando a escuchar, aprender y reconocer voces históricamente silenciadas.
La presentación de resultados tuvo lugar el 9 de octubre en la sala Maggiolo de la Universidad de la República, organizada por el equipo responsable del proyecto y el programa Concepciones, determinantes y políticas en salud del Instituto de Psicología de la Salud.

De la declaración a la práctica: antirracismo en acción

La mesa redonda abrió con las intervenciones del Prorrector de Extensión y Actividades en el Medio, Rafael Paternain; la secretaria de Equidad Étnica y Poblaciones Migrantes de la Intendencia de Montevideo, Noelia Ojeda; y el vicecónsul de Angola en Uruguay, Paulo Sampaio.

Paternain recordó que la Udelar se declaró “universidad antirracista” hace dos años y destacó la necesidad de convertir esa declaración en políticas concretas. Subrayó la importancia de transversalizar la perspectiva afrocentrada, dialogar con referentes afro y otorgar protagonismo real a académicos afrodescendientes.

Ojeda valoró la metodología del proyecto, que reconoce a las personas afrodescendientes como protagonistas de sus narrativas, fortaleciendo políticas públicas en reparación histórica, territorialización y participación. También subrayó la importancia de transformar ideas culturales sobre afrodescendencia, migración y experiencias de racismo y resiliencia.

Paulo Sampaio destacó la relevancia del tema, ya que parte de la población afrodescendiente en Uruguay proviene de Angola. Propuso establecer vínculos con embajadas y ministerios africanos, visitar lugares históricos como el Museo de la Esclavitud y crear una Casa de Cultura Angola–Uruguay, reafirmando la disposición del consulado a colaborar activamente.
Posteriormente, Carolina Farías, directora del Instituto de Psicología de la Salud, destacó la relevancia de AFROCENT como parte de una trayectoria colectiva más amplia y con fuerte impacto formativo. Valoró el compromiso del equipo en la producción de conocimiento “empírico, pero también situado” y la importancia de transmitirlo a nuevas generaciones. Reconoció el esfuerzo docente muchas veces invisible y afirmó que la formación universitaria debía ser una “semilla de cambio”.

Farías sostuvo que la propuesta interpeló a la universidad a “decentrarse y decolonizar sus modos de producir conocimiento”. Destacó la metodología fotovoice como una herramienta capaz de generar reflexión y reconocimiento colectivo, defendió una mirada interdisciplinaria que integra saberes académicos y populares y subrayó la necesidad de revisar prácticas universitarias para erradicar formas simbólicas de discriminación. Afirmó que proyectos como este convierten los objetivos institucionales en acciones concretas y celebró la colaboración con organizaciones afrodescendientes, señalando que “cada imagen, palabra o historia que nos permite mirar de otro modo también produce salud: salud como reconocimiento, reparación y resistencia colectiva”.

Fotovoice y justicia racial: visibilizando la experiencia afrodescendiente

A continuación, las responsables del proyecto, la docente Karina Boggio y la psicóloga Ana Karina Moreira, presentaron los resultados del mismo.
Boggio describió AFROCENT como una investigación cocreada entre academia y organizaciones afrodescendientes, destacando la participación de la Organización Social Salvador y la

Asociación de Africanos y Africanas en Uruguay. Explicó que los participantes definieron los problemas de investigación y produjeron sus propias fotografías, construyendo conocimiento afrorreferenciado, descolonial y feminista.

Además, la docente detalló que los objetivos del proyecto fueron visibilizar mecanismos de discriminación racial y formas de resistencia, explorar identidades étnico-raciales con enfoque de género y fortalecer alianzas entre academia y sociedad civil en defensa de la equidad racial. Subrayó la innovación metodológica, la formación de referentes comunitarios en fotovoice y la importancia de la coproducción del saber como acto político que desafía las jerarquías tradicionales del conocimiento.

Moreira mostró cómo las imágenes evidenciaron el racismo estructural y cotidiano en educación, salud, trabajo y espacios públicos; así como la segregación territorial y violencias interseccionales vinculadas a raza, género, clase y migración. Destacó la necesidad de pasar de la resistencia a la “reexistencia”: “No quisiera luchar más, quiero existir simplemente”.
Concluyó que el proyecto consolidó un proceso pionero de investigación emancipadora, que documentó desigualdades estructurales, visibilizó resistencias y contribuyó a transformar tanto la práctica académica como las políticas públicas hacia una justicia racial real.

El debate posterior abordó la construcción colectiva del conocimiento afrocentrado, el impacto del racismo estructural, la exclusión territorial y social, la marginalización en periferias y la falta de representación en la academia. Se destacó la resistencia cultural, la oralidad, el candombe y metodologías como fotovoice para empoderar comunidades, así como la urgencia de políticas públicas y psicología afrocentrada que reconozcan las heridas históricas.

De la lucha a la celebración: la vida negra en clave de investigación

Para cerrar, Ana Lucía Silva Sousa, docente de la Universidad Federal de Bahía y referente internacional en alfabetizaciones críticas y estudios étnicoraciales, agradeció su participación en AFROCENT y resaltó el antirracismo como tecnología social y política orientada a la investigación y la docencia. Relató cómo su experiencia en el movimiento negro brasileño le permitió reconocer su voz y su historia frente al racismo estructural, señaló desigualdades en el acceso a la educación y el papel de las políticas afirmativas como logros de la lucha colectiva.

Valoró que AFROCENT promoviera un conocimiento construido junto a la sociedad civil y propuso avanzar de la resistencia a la “reexistencia”, entendida como la afirmación y celebración de la vida negra y de sus formas cotidianas de existencia colectiva.