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Diálogo entre senadores: ¿qué perspectiva hay para el presupuesto universitario?

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El 12 de setiembre se realizó una Jornada de diálogo por presupuesto universitario donde participaron los senadores Daniel Olesker y Jorge Gandini en una mesa polìtica moderada por el periodista Facundo Franco así como autoridades de la Universidad de la República (Udelar) en una mesa académica.

La actividad fue organizada por la Facultad de Psicología con el objetivo de difundir aspectos relativos a la asignación de recursos a la Udelar, lo que actualmente se discute en el Senado en el marco de la Rendición de Cuentas. El plazo final para su aprobación parlamentaria vence el 6 de octubre.

En la actividad se desarrollaron dos mesas de intercambio: la primera con la participación de los senadores y la segunda con la presencia de autoridades universitarias del interior y de las Áreas Social y Artística, Ciencias de la Salud y Ciencias de la Naturaleza y del Hábitat. El encuentro incluyó un intercambio con el público.

Para dar inicio a la exposición de Gandini y Olesker, Franco señaló que el análisis diagnóstico de la Udelar respecto a su presupuesto registró un 5% de pérdida en relación a 2019 en términos reales. Cuestionó: «si sigue adelante la Rendición de Cuentas tal cual salió de la Cámara de Diputados, ¿qué perspectiva hay para el presupuesto universitario teniendo en cuenta ese diagnóstico?». También consultó a los senadores sobre la posibilidad de lograr partidas incrementales a fin de atender solicitudes concretas para financiar nuevos programas de asistencia en el Hospital de Clínicas.

Gandini señaló que efectivamente hay una caída del presupuesto universitario en relación a 2019 y repasó una serie de valores de años anteriores, calculando los montos en dólares: «en 2019 fue de 475 millones de dólares con el dólar a $ 37,6», indicó, en 2020 fue de 448 millones, de 465 en 2021 y «en 2022 hay un arrastre de decisiones que se tomaron en el Presupuesto nacional que lo lleva a 509 millones con un dólar a 42 pesos», puntualizó.

Salario público en el período

Señaló que, si bien hay una reducción, en este período «hay incrementos que hay que sumar», como el proyectado en un artículo de la Rendición de Cuentas para la recuperación salarial de los funcionarios de toda la administración pública. Con la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) se firmó un convenio salarial en negociación colectiva previa a la Rendición de Cuentas, informó.

En esa negociación no se alcanzó acuerdo para fijar en cuánto se recuperará el salario público cada año, si bien se estableció que «en 2024 deberá tenerse el mismo nivel salarial que en enero de 2020», sostuvo. Gandini afirmó que además «se estableció una recuperación de toda la pérdida e incremento de algunos sectores salariales entre 2023, 2024 y enero de 2025», que hay un monto previsto en la Rendición de Cuentas sujeto al convenio colectivo que se hizo y «lo mismo sucede para la Universidad, convenio que no se hizo. Hay 3,2 millones de dólares para el incremento de la masa salarial y acá nosotros no decimos cuánto es el aumento salarial porque eso es tarea de la Universidad, pueden subir o recuperar unos más que otros, pero el monto es ese, que es el equivalente a la cantidad de funcionarios».

Reasignar o poner impuestos

Gandini señaló que el presupuesto universitario tiene un incremento debido a «un efecto arrastre que está fijado en la Ley de Presupuesto, que hace proyecciones de ingresos y devolución de la economía para cada año del período», con una distribución que difiere según el año: 2 millones de dólares para 2021, 10 millones más en 2023, 12 millones más para 2024 y 12 para 2025. Sostuvo que «esto totaliza 46 millones de dólares de incremento a la Universidad, más los 11,2 millones para salarios, que se distribuirán una vez firmado el convenio salarial del modo en que la Universidad disponga». Además, se refirió a un monto de 120 millones de pesos -unos 3 millones de dólares-, que la Cámara de Diputados adjudicó a la Udelar mediante la reasignación de recursos para financiar dos proyectos asistenciales en el Hospital de Clínicas.

En cuanto a las perspectivas para la Universidad en la discusión presupuestal en el Senado, Gandini expresó que se está trabajando para la reasignación de recursos. Explicó que el 30 de agosto venció el plazo para que el Poder Ejecutivo proponga la financiación de nuevos gastos y en el tratamiento de esta Rendición de Cuentas por parte del Poder Legislativo «hay solo dos alternativas para financiar gastos nuevos: la primera, que nadie quiere transitar, es poner un impuesto, los parlamentarios podemos poner impuestos», indicó; el otro mecanismo para aumentar los recursos de la Udelar es el de las reasignaciones, «nadie quiere que le saquen pero estamos de todos modos en ese camino».

Interior y desarrollo nacional

Gandini agregó que personalmente está trabajando «en la reasignación de otros 200 millones de pesos con destino a aumentar horas docentes y con destino a la expansión de la Universidad al interior del país». Destacó que «hay una cosa que se dice poco, lo cierto es que la Universidad hasta el 2019 creció al 3% su matrícula cada año y en el período 2020 2021 y 2022 creció entre el 15 y 16 %. Esto es una muy buena noticia no solo para la Universidad sino para el país». Además, destacó la importancia de que más de la mitad de los estudiantes pertenecen a hogares sin tradición universitaria y casi la mitad de quienes ingresan provienen del interior del país, por lo que «entendemos que el esfuerzo tiene que ser que la Universidad vaya al interior, no sirve traerlos a la capital». En este sentido, subrayó que la búsqueda de un desarrollo nacional integral requiere la radicación en el interior de docentes, profesionales y académicos y destacó la importancia de tener los seis años de la carrera de Medicina en el Litoral porque «nos da un posible camino para poder radicar las especialidades que hoy tenemos en el interior».

Resaltó el beneficio de «apuntalar el desarrollo universitario en el interior, que va en el buen  camino para concretar y agregarle años a algunas carreras y abrir otras en el eje Tacuarembó-Rivera y Maldonado-Rocha, y empezar por lo menos embrionariamente en el eje Colonia-Soriano», y agregó que las demandas por presupuesto son muchas y «la sábana es corta».

Para finalizar sostuvo que en 2019 «la economía estaba estancada», luego sufrió los efectos de la pandemia y en 2021 y 2022 «creció más de lo previsto, este año va a cerrar con un crecimiento de 4,8%». Resaltó que «la educación es una prioridad. Los ciclos primario y secundario tienen la prioridad dentro de la prioridad, igual que la educación inicial, pero la Universidad no queda postergada. Se la contempla por lo que viene en el Presupuesto quinquenal como arrastre y por lo que ya ésta Rendición de Cuentas le agrega; espero que le podamos agregar algo más nosotros».

Ajuste fiscal y salarial

Por su parte Olesker desarrolló tres puntos; en primer lugar se refirió a la evolución del presupuesto particularmente en el sistema educativo. Resaltó que «los presupuestos solo se pueden hablar en pesos» porque «prácticamente el 95% del gasto público, quizás con excepción de los medicamentos en ASSE y alguna otra, se laudan en pesos».  Considerando el Presupuesto Nacional según su valor en dólares por única vez, se observa una reducción de 450 millones entre el de 2019 y el promedio de 2020 y 2021, sostuvo. De esta caída, 150 millones de pérdida le correspondieron a la ANEP,  37 millones a la Udelar,  70 a ASSE, 50 a la política de vivienda, 45 a INAU-INISA y 45 millones al Poder Judicial, puntualizó. Agregó que el MIDES no tuvo una gran caída presupuestal, mientras que la Utec creció en presupuesto.

Respecto a la participación del gasto educativo en el PIB, observó que en 2019 este totalizaba 5,15%, y el gasto de la ANEP y la Udelar juntos representaba el 4,3% del PIB. En el 2021, el gasto de estos dos organismos pasó a representar el 3,88 % del PIB. Si en 2022 ANEP y Udelar no obtienen refuerzos presupuestales, «su participación bajaría a 3,37% del PIB, o sea, estaría prácticamente un punto por debajo respecto al 2019». El senador destacó estos datos porque «todo esto importa en relación a lo que el país produce».

Olesker dijo que la caída en los recursos disponibles para la ANEP se explica porque «tiene un 89% de su presupuesto en salarios. Si el salario se ajustó el primer año en cinco puntos por debajo de la inflación y el segundo año un punto por debajo de la inflación, a la ANEP eso le implica mucho». La Udelar también ve reducido su presupuesto, aunque en este los salarios representan cerca del 80 %, explicó, «entonces por inciso, por recursos, salarios básicamente, o por participación en el PIB, nosotros podemos catalogar a esta rendición de cuentas como un ajuste fiscal y salarial».

Caídas que se acumulan

En segundo término Olesker se refirió a la evolución presupuestal de la Udelar. Indicó que entre 2004 y 2019, su presupuesto creció «dos veces y media» al pasar de 7.000 a 17.720 millones de pesos. «Si hubiera actualizado su presupuesto 2019 a valores por inflación a 2021, la Udelar debería tener unos 21.000 millones de pesos y en la Rendición de Cuentas que estamos discutiendo ahora tiene 19.900 millones», puntualizó, «estamos hablando de un 5% exacto de pérdida de poder de compra en valores constantes de la Udelar en el 2021 respecto al 2019».

«Esto es acumulativo. Porque no puedo comparar el 2021 con el 2019 sin tener en cuenta que en el 2020 también hubo caída porque las caídas se acumulan, son flujos», agregó, «lo que se perdió en 2020 se vuelve a perder en 2021 y además se le agrega una nueva pérdida. De ahí salía la cifra de 37 millones de dólares que dije que perdió la Udelar en estos últimos años, que es más o menos un 5%».

Olesker agregó que «salvo las partidas presupuestales que el senador Gandini mencionó y lo que ojalá pueda reasignar el Senado, no hay otras partidas adicionales para la Udelar, que además es uno de los pocos organismos de política social que recibió $0 del Fondo Covid. Al revés, más bien dio mano de obra gratuita para la confección de varios de los programas en respuesta al Covid». En su opinión, «al final del quinquenio el presupuesto de la Udelar va  a andar entre el 7 y el 8% por debajo del de 2019» y muy probablemente esté «en el podio de la caída presupuestal». A esto hay que agregar que más allá de algunas reasignaciones que hubo en la Cámara de Diputados, «el presupuesto en ciencia y tecnología creció muy poco», observó.

Pérdida salarial

Como último punto Olesker se enfocó en «la mal llamada recuperación de salarios» durante esta administración, que en su opinión en realidad es «una vuelta al punto de partida». El artículo 4 de la Ley de Presupuesto de 2020 eliminó la compensación por la inflación anual para los salarios públicos y en su lugar se estableció una compensación inflacionaria quinquenal, explicó. Al respecto cuestionó «¿qué significa que al final de los cinco años los trabajadores públicos vayamos a tener el mismo salario que en 2020? Eso puede ser bueno o malo, según el contexto». Afirmó que «en esos cinco años el PBI va a crecer casi 10%, según la proyección del gobierno» y esto «quiere decir que a los trabajadores se les va a dar 0% de aumento en cinco años, mientras el PBI va a crecer 10%. Eso es injusto desde el punto de vista de la distribución de la riqueza nacional».

Además, «lo que se perdió en el medio no se recupera nunca. Creo que el gobierno tendría que evaluar dar una partida fija por lo perdido como renta inflacionaria por no haber ajustado por inflación durante tres años, algo que ya se ha hecho en la década de los 90», destacó.

Olesker agregó que la caída de salarios durante dos o tres años consecutivos genera otros efectos en la vida de los hogares, significa reestructuración de consumo, problemas de pago de las viviendas, cambios en educación, alimentación, «genera cambio de hábitos y modalidades de la familia que no se recuperan porque en el 2024 se vuelva al salario de 2019». También hay un efecto sobre el mercado interno, señaló, cae el consumo de los hogares mientras que las empresas de exportación de bienes primarios -carne, soja, lácteos, celulosa, cereales y oleaginosos- han crecido entre 50 y 150% respecto al 2019, en el primer semestre de 2022: «ha habido un enorme crecimiento del sector exportador que no se ha traducido en crecimiento económico, ni siquiera de los sectores trabajadores o proveedores que asisten a estas empresas que exportan».

Respecto a la discusión que el Senado tiene por delante en esta Rendición de Cuentas, Olesker planteó que se intentará alcanzar acuerdos para mejorar el presupuesto universitario.

Fuente:https://udelar.edu.uy/portal/2022/09/dialogo-entre-senadores-que-perspe…
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Publicado el Martes 20 Septiembre, 2022

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