El Aula Magna Juan Carlos Carrasco de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Udelar) fue el escenario donde, el pasado 13 de noviembre, se desarrolló el diálogo a partir de la muestra itinerante “Multiplicando abrazos: imágenes del silencio”.
Esta actividad, organizada por el Decanato de la Facultad en conjunto con el Observatorio Luz Ibarburu, fue de entrada libre y contó con transmisión en vivo por el canal de YouTube de la casa de estudios.
El evento tuvo como actividad principal las presentaciones de Kiara Lucas, integrante de Madres y Familiares de Detenidos y Desaparecidos; Fernanda Aguirre, directora del Observatorio Luz Ibarburu; Madelón Aguerre, del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ); Pablo Chargonia, coordinador del equipo del Observatorio Luz Ibarburu, y el decano de la Facultad, Enrico Irrazábal.
La actividad consistió en un diálogo en torno a la muestra itinerante, que busca visibilizar las temáticas de memoria, verdad, justicia y reparación. Los ponentes reflexionaron sobre el impacto de los hallazgos recientes de los restos de los detenidos desaparecidos Amelia Sanjurjo y Luis Arigón, así como sobre el contexto político actual.
Kiara Lucas destacó el compromiso político y social en la búsqueda de los desaparecidos, refiriéndose a las limitaciones y frustraciones ante la falta de respuestas concretas. Subrayó la importancia de las actividades culturales como herramientas para sensibilizar a la sociedad y del papel de las nuevas generaciones en mantener viva la causa. Además, enfatizó la urgencia de exigir la entrega de información aún retenida por las instituciones, con énfasis en el dolor que supone este proceso.
Fernanda Aguirre resaltó la relevancia de la muestra como una iniciativa artística que reúne a personas de diversos ámbitos para promover la memoria y la justicia. Mencionó cómo esta propuesta itinerante ha impactado en comunidades locales e internacionales, fomentando conexiones intergeneracionales y revitalizando historias que parecían perdidas. Asimismo, reflexionó sobre cómo estas acciones logran instalar debates necesarios en lugares impensados, reimpulsando la conversación sobre la memoria colectiva.
Madelón Aguerre, por su parte, defendió la inseparabilidad de la memoria, verdad y justicia, insistiendo en que la justicia debe ser ejemplarizante. Criticó la falta de compromiso político en las acciones hacia la verdad y destacó cómo las expresiones culturales han logrado transmitir el horror del terrorismo de Estado a las nuevas generaciones. Subrayó la importancia de combatir la indiferencia social mediante la sensibilización y la militancia activa, haciendo un llamado a mantener la lucha por estas causas.
Pablo Chargonia abordó la ausencia de respuestas de las élites políticas a preguntas fundamentales sobre derechos humanos. Reflexionó sobre la continuidad de prácticas represivas en democracia y abogó por fortalecer la persecución penal de crímenes de lesa humanidad. Resaltó la importancia de las sentencias judiciales como herramientas educativas y de sensibilización, aunque reconoció sus limitaciones para alcanzar justicia plena. Asimismo, planteó la necesidad de cuestionar profundamente el papel del Estado y sus instituciones en la perpetuación de estas violencias.
Enrico Irrazábal reflexionó sobre el valor de estas actividades en el ámbito académico, vinculándolas con los procesos de justicia y reconstrucción de la memoria. Insistió en que estas acciones no solo buscan justicia penal, sino también construir sentidos vitales que trasciendan generaciones. Destacó el papel del azar y la sensibilidad en el camino hacia la verdad y la reparación, recordando que la memoria y la justicia son esenciales para comprender y superar las heridas del pasado.
A modo de cierre, se dio pie a un espacio de intercambio entre los ponentes y las personas presentes en el Aula Magna. En el video a continuación, se puede visualizar la actividad completa.