Realizado por Udelar, ANEP, INAU, ONG El Paso, Comité de Derechos del Niño y la INDDHH el informe promueve la evolución de un sistema paternalista de atención médica a uno que potencie el modelo de la autonomía y el derecho de niños/as y adolescentes a ser escuchados en las decisiones que les afectan. El texto fue presentado el pasado 19 de noviembre por la Dra. Ps. Alicia Muniz (Fac. de Psicología, Udelar) y Dr. Gustavo Giachetto (Fac. de Medicina, Udelar).

El informe presenta un estado del arte de la temática en Uruguay, trabaja la relación entre el sector de la salud y la educación y reflexiona entorno a las prácticas de salud en general, salud mental en los diversos niveles de atención y la institucionalización de los dispositivos de atención especializados en salud mental desde una perspectiva de derechos.

En el caso de los niños/as y adolescentes que están cursando sus estudios, alerta sobre el sufrimiento que les provoca el tránsito por los procesos de derivación. Las instituciones educativas derivan las conductas que no forman parte de lo esperado y "el niño queda a la deriva de la derivación", advierten. El/la niña por lo general queda solo con su malestar y las causas que lo generan, puesto que las familias colocan al niño como la causa del sufrimiento que proviene de la presión ejercida por la escuela y el mandato médico.”

Destaca que las prácticas pedagógicas quedan supeditadas a las lógicas médicas y aprender o no aprender son fenómenos que depositan al niño/a la responsabilidad de su fracaso escolar. Promueve una “discusión franca interdisciplinaria, que integre a profesionales de la salud y de la educación considerando la mirada de las infancias y adolescencias y sus familias”.
 

Salud Mental

En relación a las prácticas de atención en salud, destacan el cambio que ha significado en el modelo de atención la instalación del Sistema Nacional Integrado de Salud, incorporando la perspectiva de derechos a las normativas. No obstante, visibiliza la heterogeneidad de prácticas tanto profesionales como institucionales, que varían en calidad dependiendo de los recursos disponibles en la institución, de la relación con los recursos territoriales y de la planificación de los servicios de atención.

El acceso a la atención psicológica y la disponibilidad de recursos humanos es dispar en todo el territorio nacional y los comité de recepción en salud mental, pensados para el trabajo integrado de los equipos, generan en algunos casos listas de espera que funcionan como filtros para el acceso a la psicoterapia.

Asimismo, consideran que es necesario superar la visión adultocéntrica que desconoce a las niñas, niños y adolescentes como sujetos, que las y los excluye de la participación y comunicación en la toma de decisiones sobre su salud. “No me dijo nada, la doctora leyó el informe y me mandó la medicación y no me dijo nada más. Dijo que era para bajarle los decibeles. Que no fuera tan hiperactiva. Yo mucho no estaba de acuerdo, pero trataba de que estuviera más tranquila y se concentre”, cita el informe.