Pasar al contenido principal

Loading...

NOTICIAS

Memorias y olvidos afrodescendientes

Imagen/Afiche
Cuerpo

Las poblaciones afrodescendientes de Parroquia Caruao y Pelotas no reconocen su parentesco con los africanos esclavizados en el tiempo en que América Latina fue colonia europea. Esta es la conclusión parcial a la que llega la profesora Dra. Yara Altez luego de realizar dos investigaciones sobre la memoria social de comunidades descendientes de esclavos africanos en Venezuela y Brasil.

La profesora, integrante del Programa de Pós-Graduação em Memória Social e Patrimônio Cultural de la Universidade Federal de Pelotas (RS, Brasil) realizó las investigaciones etnográficas en Parroquia Caruau, territorio situado en la costa norte y central de Venezuela a dos horas de Caracas, y en la Ciudad de Pelotas, ubicada en el extremo sur de Brasil, próxima a la frontera con Uruguay.

Ambas poblaciones comparten una historia vinculada al trabajo esclavo. Las seis pequeñas comunidades que integran Parroquia Caruau se conforman de población descendiente de africanos esclavos de la antigua zona productora de cacao; y Pelotas se forma a finales del siglo XVIII cuando comienza la producción de charque con trabajo esclavizado, siendo el centro de salida de la carne salada para el resto de Brasil y Europa.

Las investigaciones trabajan sobre el concepto de memoria, entendida como la conservación del pasado a través de imágenes o representaciones que pueden ser evocadas, sustentada en la historia vivida y no la aprendida,. Se trata de narraciones locales basadas en relatos orales e historias familiares.

En el caso de Parroquia Caruao la investigación se extendió desde el año 1984 al 2017, en el marco del trabajo de Altez como docente de la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela. A nivel metodológico usó tres fuentes de investigación,: entrevistas en profundidad y observación participante para recabar la memoria oral, instigación documental para reconstruir la historia e investigación arqueológica.

De ellas se desprende que “los pobladores asocian su parentesco con poblaciones indígenas e incluso con españoles y no con sus antepasados africanos. Los recuerdos que se identifican en la memoria local llegan a principios de siglo XX, desconociendo el pasado esclavizado, y no identifican el pasado arrojado por las investigaciones documentales y del patrimonio arqueológico” expresó Altez.

La investigadora explica este “olvido histórico local” por los marcos sociales de la memoria que “determinan qué recordamos y qué no”. Entre ellos, “instituciones como las escuelas, que han trabajado para que la memoria olvide, para que los recuerdos necesarios de la época de los abuelos y los antiguos esclavizados se borraran”.
En el caso de Pelotas, la investigación se desarrolló entre 2018 y 2020, y exploró el relato sobre el pasado esclavista en la ciudad con afrodescendientes a través de 22 entrevistas semiestructuradas. Se centró en las charqueadas, y los vínculos de familiares o antepasados que allí pudieron trabajar. De las personas entrevistadas solo 4 reconocieron descender de poblaciones esclavizadas.

Dados los resultados en curso y la comparativa de ambas investigaciones, Altez concluye que las memorias y olvidos afrodescendientes en nuestros territorios se configuran a partir de memorias híbridas. “Los movimientos culturales y sociales están operando como marcos sociales de la memoria. Las prácticas religiosas operan en el mismo sentido y dan muestra de una tradición que no muere, pero las personas que entrevistamos no pertenecen a movimiento sociales, son un grupo de personas con empleos precarios que tienen poco contacto con los movimientos que ofrecen un marco para los recuerdos”.

Ver vídeo a continuación:

 

Videos
Publicado en:
Portada de Sitio
Publicado el Viernes 2 Octubre, 2020

Suscripción a noticias