El salón B de la Facultad de Psicología fue el escenario donde el 28 de agosto se efectuó la mesa de discusión sobre el libro “El deseo y la gracia. San Agustín, Lacan, Pascal”, un evento organizado por el Instituto de Psicología Clínica.

La actividad, impulsada por los docentes Ana María Fernández y Bruno Cancio y por el Programa Psicoterapias. Teorías y Ténicas y la UCO Articulación de Saberes III, contó con la ponencia de la autora del libro, Sara Vassallo; Ricardo Viscardi; Raquel Capurro y el propio Bruno Cancio.

La mesa de discusión tuvo transmisión por el canal institucional de la Facultad de Psicología en la plataforma de YouTube.

Ricardo Vascardi centró su intervención en el concepto del "tercero incluido" en el contexto de la imagen y la pasión.

El ponente explicó que el "tercero incluido", perteneciente a Monzaind, se refiere a la idea de una unidad en un conjunto trinitario que no excluye ninguna de sus partes, permitiendo una relación y modulación entre todas ellas. Esto contrasta con el principio de identidad, que tiende a excluir la diversidad en favor de la uniformidad. El conferenciante subrayó la importancia de no caer en la lógica del "tercero excluido," que refuerza la idea de que cada entidad es idéntica solo a sí misma.

Para Vascardi, este concepto es fundamental en la discusión sobre la imagen y la pasión, ya que desafía tanto el deseo como la gracia de no adherirse a la lógica del "tercero excluido," sino más bien celebrar la unidad en medio de la diversidad, un tema central en su discurso.

Aporías y paradojas

Por otro lado, Cancio se refirió a un paralelismo entre el argumento de San Agustín y la teoría de Freud sobre el inconsciente. “Ambos argumentan que creemos en cosas que no vemos, ya sea los deseos y pensamientos de otros o el concepto de inconsciente”, sostuvo.

El docente abordó la noción de aporía que Vasasallo trabaja en relación con San Agustín. Destacó la idea de desencuentro en el pensamiento de Lacan y cómo esto contrasta con la teoría de Winnicott, donde elementos contradictorios pueden encajar en lugar de producir un tercero. Esto ilustró la complejidad de las aporías y las paradojas en el psicoanálisis.

Cancio también habló sobre la noción de libertad en el libro, relacionándola con la gracia divina y el deseo del otro. Propuso la idea de la libertad de elegir a qué significante o significantes uno se sujeta como una forma de libertad psicoanalítica, en contraposición a la gracia divina que implica una elección única.

Finalmente, el ponente reflexionó sobre la definición de libertad como decir "no" a la alienación y planteó la idea de que la elección de a qué significante uno se aliena puede ser una forma diferente de entender la libertad.

Sumisión y libertad

La ponente, Raquel Capurro, comentó sobre su experiencia al estudiar el libro y cómo este la llevó a revisitar a San Agustín y Pascal. Su enfoque se centra en la pregunta sobre qué es lo contemporáneo en estos autores y cómo sus ideas siguen siendo relevantes para el psicoanálisis.

Capurro destaca que tanto Freud como Lacan no ignoraron las raíces de la cultura en la que vivieron y estudiaron a filósofos, teólogos y místicos judío-cristianos, sino que encuentran en estos textos una vigencia para sus teorías.

Asimismo, destacó el buen trabajo del texto al escudriñar la complejidad de las referencias a San Agustín y Pascal, especialmente en lo que respecta al deseo y la gracia, así como la voluntad y la libertad.

Capurro se refirió la paradoja central de cómo el ser humano puede estar sometido y, al mismo tiempo, ser libre, y cómo esto se relaciona con la alienación y la libertad en el psicoanálisis, apuntando a la imposibilidad de resolver con una lógica de los significados las aporías con las que se encuentra el sujeto y destaca la importancia de figuras retóricas como el oxímoron para abordar estas cuestiones.

La ponente sugirió que seguir el juego de la retórica es fundamental para entender la investigación de Vassallo, y señala que, al igual que Agustín, Lacan también se aproxima al sujeto del inconsciente de manera única, relacionándolo con el Dios hebreo.

La invitada mencionó la idea de que el sujeto se constituye en el campo del otro y necesita un segundo paso de separación para ser un sujeto libre. Destaca la idea de una doble falta constitutiva y cómo esto lleva a un sujeto incompleto y un otro descompletado.

Oxímoros

Por último, Sara Vassallo tomó la palabra para abordar la complejidad de conceptos como el deseo y la gracia en la obra de San Agustín, Pascal y Lacan destacando cómo estos implican impases lógicos y antinomias, lo que lleva a una retórica que utiliza oxímoros y divisiones para abordar la ambigüedad y la imposibilidad de definir completamente estos términos.

En su intervención, la invitada se enfocó en la noción de "la cosa" en el acto genital, que representa una realización que no puede expresarse plenamente. Su ponencia resaltó la importancia de comprender la naturaleza contradictoria e indefinible de estos conceptos en la teoría psicoanalítica.

Vassallo exploró la noción de desproporción tercia en la obra de Pascal y la disputa teológica entre las perspectivas de San Agustín y Pelagio sobre la salvación. Según recoge, Pascal argumenta que, en última instancia, no hay una solución clara a esta antinomia, y las palabras se entrelazan en una ambigüedad que desafía la lógica convencional.

La docente menciona que, en el tercer escrito de Pascal sobre la gracia, se plantea una tercera posición que une las voluntades del otro y la propia voluntad del individuo en un sentido ambiguo y contradictorio. Esta unión de voluntades también se relaciona con el deseo en lugar de simplemente la voluntad.

Vassallo destacó cómo Pascal utiliza la retórica para demostrar la lógica de lo real, similar a la lógica en la teoría psicoanalítica de Lacan, donde dos conceptos inconciliables se unen de una manera incomprensible. Asimismo, resaltó que Pascal argumenta en contra de las opiniones calvinistas y molinistas sobre la salvación, llegando a la conclusión ambigua de que "Dios no salva al hombre sin el hombre", lo que implica que Dios salva al hombre y que el hombre también se salva por sus propios méritos.

La invitada hizo énfasis en cómo estas cuestiones teológicas y filosóficas se entrelazan de manera compleja, desafiando las soluciones lógicas tradicionales y resaltando la ambigüedad inherente en la obra de Pascal y la teología en general.

A modo de cierre, se dio lugar a un espacio de intercambio de preguntas y respuestas con los presentes.