Este lunes 28 de noviembre el decano de la Facultad de Psicología, Enrico Irrazábal, participó en la presentación del instrumento “Estándares de derechos humanos para la evaluación del cuidado de la salud mental de niños, niñas y adolescentes” en un evento realizado en la sala Acuña de Figueroa del edificio José Artigas, anexo al Palacio Legislativo.
El documento presentado fue impulsado por el Mecanismo Nacional de Prevención (MNP) del Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (Inddhh) con apoyo de la Unicef y de la Organización Panamericana de Salud (OPS) y fue resultado de un proceso de más de año y medio de consultas y consensos con numerosos actores sociales y políticos del país.
El objetivo de la herramienta, según su propia definición, es “permitir evaluar, desde la perspectiva de los derechos humanos, los servicios de salud mental públicos y privados que realicen hospitalizaciones, o de los cuales dependan establecimientos donde residan de forma permanente niños, niñas y adolescentes”.
Altos niveles de consenso
La presentación contó con múltiples mesas de intervención y la primera de ellas estuvo compuesta por la presidenta de la Asamblea General del Parlamento, Graciela Bianchi; la senadora por el Partido Colorado, Carmen Sanguinetti; el presidente del INDDHH, Marcos Israel; el presidente del Instituto den Niño y Adolescente de Uruguay (INAU), Pablo Abdala; y los representantes de la de Unicef y OPS en Uruguay, Francisco Benavides y Hernán Montenegro, respectivamente.
En esta instancia, los representantes de las organizaciones internacionales expresaron su reconocimiento y felicitación al país por la elaboración de un documento “útil” con un alto nivel de consenso y estándares internacionales. Por otro lado, los funcionarios y legisladores destacaron el trabajo realizado y la importancia del instrumento en el marco de la transformación del abordaje que se le da a la salud mental con base en la ley homónima aprobada en 2017.
En una segunda mesa intervinieron integrantes del equipo técnico que se encargó de la elaboración del documento, quienes explicaron acerca de la metodología para la creación del instrumento, así como los objetivos, alcance y dimensiones del instrumento cuya prueba piloto comenzará a desarrollarse en 2023. En esa misma mesa participaron dos adolescentes en representación de los menores de edad que fueron parte del proceso de consulta. En su intervención las dos jóvenes mostraron su conformidad al verse involucradas en la creación de la herramienta y destacaron los aspectos más importantes del instrumento desde el punto de vista del usuario.
La siguiente instancia de dialogo contó con representantes de Comisiones de la Ley de Salud Mental: por el Ministerio de Salud Pública y representante de la Comisión Intersectorial y Comisión Asesora en Salud Mental, Dr. Horacio Porciúncula; por el Ministerio de Desarrollo Social, representante de la Comisión Intersectorial Asesora en Salud Mental, Alfonso Arocena; y la presidenta de la Comisión Nacional de Contralor de la Atención en Salud Mental, Graciela Alfonso.
“Cabalgar” a la transición
Para finalizar, se realizaron comentarios técnicos a cargo de la profesora de la Cátedra de Psiquiatría Pediátrica, de Universidad de la República (Udelar), Gabriela Garrido y el decano de la Facultad de Psicología de la Udelar, Enrico Irrazábal.
Garrido destacó como aspecto positivo la modalidad de la consulta para la elaboración del documento y aseguró que el mismo es “dinámico”, por lo cual debe ser objeto de revisión y ajustes de manera periódica. Además, señaló la necesidad de adaptación del proceso desde la evaluación, revisión de monitoreos, preparación de capacitaciones, entre otros.
Por su parte, Irrazábal destacó lo oportuno de la herramienta e hizo comentarios técnicos al respecto. Afirmó que el instrumento fue “trabajoso” y que se caracteriza por ser “flexible”, por lo que “debe tener ajustes”. No obstante, procuró señalar la “paradoja” en la que se vive al momento. “Tenemos un instrumento para asegurar el acceso a derechos, pero en institución de encierro. Esto es algo que debemos abordar. Se transcurrió un proceso muy largo, tenemos una Ley de Salud Mental, pero aún así los costos son enormes para cambiar de paradigma”, aseveró.
“Es un instrumento imprescindible, novedoso, con flexibilidad y que cabalga entre el paradigma existente y uno que no termina de ser creado. Hay que preguntarse cómo hacemos para trabajar en ese proceso de transición; no es imposible, es simplemente complejo”, añadió Irrazábal.
El decano señaló también la necesidad de definir lo que se entiende como enfermedad mental y como salud mental. Asimismo, aseguró que la Universidad “tiene muchísimo para aportar en la intersectorialidad, en el trabajo en equipo y en proporcionar posibilidades que se tienen”.
Irrazábal dijo que, al cuestionar la estrategia de encierro, debe priorizarse la comunidad. “Hay que preguntarnos cómo, cuándo, qué tipo de espacios vamos a crear, porque no se trata de cerrar los sitios actuales ya que eso generaría un problema mayor”, afirmó.
“Lo que está roto acá son los procesos vitales básicos, nosotros debemos aportar a la reconstrucción de esos procesos de vida digna, constituir aquello que los que nos denominamos normales tenemos cotidianamente”, resumió.