El Centro de Investigación en Psicología (CIC-P) y el programa de Desarrollo Psicológico y Psicología Evolutiva del Instituto de Psicología de la Salud -pertenecientes a la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Udelar)- organizaron el 3 de setiembre de 2021 la conferencia “Prisma: Protocolo psicoanalítico para la investigación sobre signos de cambio en el autismo. Una Herramienta Clínica Psicoanalítica”.

Este encuentro se llevó a cabo en el marco del II Ciclo de Conferencias: “Autismo: clínica e investigación”, mediante la plataforma Zoom y se transmitió en vivo a través del canal de la Facultad en Youtube.

La conferencia, como todas las demás que compusieron el ciclo, apuntó a ser un lugar de difusión y discusión de resultados de actividades actuales cuyo objeto sea el autismo. En esta ocasión la ponente fue la profesora brasileña y miembro del Grupo Prisma de Psicoanálisis y Autismo (GPPA) Alicia Beatriz Dorado.
Dorado realizó la charla en representación de sus compañeras del grupo: Maria Cecília Pereira da Silva, Marisa Helena Leite Monteiro, Mariângela Mendes de Almeida, Fátima Maria Vieira Batistelli, Regina Elisabeth Lordello Coimbra y Maria Lúcia Gomes de Amorim.

La ponente recordó el desarrollo histórico del GPPA que desde su inicio se dedicó a la terapia de niños autistas y a la lucha contra la corriente que desestimaba el uso del psicoanálisis como tratamiento para el autismo. En este sentido es que el grupo generó el protocolo presentado, que muestra cómo está la persona autista al momento de iniciar el tratamiento con el psicoanalista, cuál es su situación un año después y cómo se encuentra luego de 18 meses, con los mismos pasos y preguntas, para así poder determinar si hubo o no una evolución en la persona.

Dorado contó que este protocolo surgió para demostrar que tras 18 meses de trabajo la persona muestra resultados positivos en lo mental, cosa que los padres muchas veces no veían del mismo modo que el profesional, por lo que interrumpían el proceso.

La profesora mencionó las categorías del protocolo, que son: el sentido de interés en personas y objetos, la interacción compartida, la integración sensorial, la constitución del espacio interno, la capacidad simbólica y el campo transferencial. Esas categorías son logradas luego de los 18 meses de trabajo y, según indicó la ponente, para evitar la parcialidad de las personas comprometidas con el proyecto, otros profesionales evaluaron los pacientes del estudio y avalaron los resultados.

Dorado explicó que cada categoría cuenta con cinco preguntas de diversos niveles de jerarquía e importancia. La respuestas se califican de 0 a 2; donde 0 es no, 1 es sí, pero de forma leve y 2 es sí, pero de forma acentuada. Posteriormente, leyó las preguntas de las categorías.

La profesora reflexionó sobre la necesidad de trabajar en profundidad con el paciente autista para tener verdaderos resultados. “Nosotros estamos en una sociedad inmediatista, que busca la medicación, pero la propuesta del psicoanálisis es construir la subjetividad. Nos interesa que el niño hable como la manifestación del ser, no como un papagayo”, sostuvo.

Finalmente, se abrió una instancia de preguntas y respuestas con la ponente y las demás integrantes del grupo Prisma.