La Facultad de Psicología de la Universidad de la República recibió la visita de la doctora en Psicología y docente argentina Silvia Viviana Pugliese, en el marco del curso de formación permanente “Abuso sexual contra las infancias. Técnicas de evaluación e informe”, coordinado por la directora académica de la Especialización en Evaluación Psicológica para las opciones Clínica y Forense, Evelina Kahan, y realizado los días 5 y 6 de setiembre.
El curso abordó el abuso infantil como una de las formas de maltrato hacia las infancias que solo podía mantenerse mediante el silencio, ya que la víctima no cuenta con la madurez suficiente para comprender lo sucedido ni para otorgar su consentimiento. Se destacó, además, que en muchos casos la persona afectada ni siquiera puede expresar lo vivido con palabras. Se profundizó en el abuso como una experiencia profundamente traumática, que interfería de manera directa o potencial en el desarrollo evolutivo normal de los niños y niñas.
También se discutió, en torno a los abusadores, las estadísticas que coincidían en señalar que la mayoría pertenecía al entorno cercano de las víctimas, configurando lo que se denomina “abuso sexual intrafamiliar”.
Durante el curso se mostró la relevancia que adquieren las técnicas de evaluación psicológica, en especial las técnicas proyectivas lúdicas, gráficas y de apercepción. Se trabajó con casos clínicos para ilustrar el proceso psicodiagnóstico y la elaboración del informe psicológico destinado a la instancia judicial. Finalmente, se destacaron las condiciones que debía reunir un profesional de la psicología para asistir adecuadamente a niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual.
El suicidio en la adolescencia
La presencia de Pugliese también permitió la realización de la conferencia “Riesgo suicida en la adolescencia. Psicodiagnóstico con técnicas proyectivas”, una actividad abierta a todo público que puso de relieve la relevancia del suicidio en la adolescencia, identificado como la tercera causa de muerte por causas externas entre los 15 y 24 años (OPS, 2022), y que constituye un fenómeno prevenible.
Durante su ponencia, la docente argentina destacó que las estadísticas indicaban que las personas que habían sufrido abuso sexual en la infancia presentaban un riesgo suicida ocho veces mayor que el resto de la población. Señaló, además, que cada muerte por suicidio afectaba, en promedio, a unas 135 personas del entorno cercano, y que este tipo de pérdida requería un proceso de duelo más prolongado y complejo.
Pugliese remarcó que la adolescencia era una etapa caracterizada por procesos de reordenamiento y resignificación intrapsíquica, junto con importantes transformaciones cognitivas, neurológicas y contextuales. Dichas condiciones situaban al adolescente en una posición de especial vulnerabilidad; por ello, los estados de ansiedad, los conflictos vividos como insoportables y las situaciones infantiles o familiares no resueltas podían generar sentimientos de desborde y aumentar el riesgo de suicidio.
Finalmente, la invitada subrayó que todo proceso psicodiagnóstico con adolescentes debía incluir de manera sistemática la evaluación del riesgo suicida, utilizando tanto técnicas proyectivas como psicométricas que permitieran comprender la dinámica intrapsíquica del sujeto y valorar su contexto familiar.