El Consejo Directivo Central (CDC) resolvió este martes celebrar las actividades enmarcadas en el ciclo «A 40 años del golpe de Estado y la dictadura: ¡Nunca más! Derechos Humanos, Justicia, Verdad, Memoria en el Uruguay», y recordó que la Universidad de la República cumplió con el compromiso asumido en el mismo momento del golpe, a través de la declaración emitida por el CDC hace 40 años.
La resolución del CDC felicita a todas las personas que están contribuyendo a la realización del ciclo conmemorativo, y aprueba por unanimidad (16 en 16) la siguiente declaración pública.
1973 - 2013, 27 de junio
Declaración del Consejo Directivo Central: A 40 años del golpe de estado en el Uruguay.
El compromiso de la Universidad con la democracia, ayer y hoy.
Se cumplen 40 años del golpe de estado cívico-militar en el Uruguay.
El 27 de junio de 1973 se impuso un régimen dictatorial que duraría cerca de 12 años en el país, precedido por una larga y gradual crisis que fue afectando, desde mediados de los años '50 del siglo pasado, las esferas económica, social, política e institucional, y que finalmente produjo la caída de la democracia y el Estado de Derecho.
Dicha crisis abarcó especialmente a la educación y a la Universidad. Los primeros mártires estudiantiles a finales de los años '60, la asfixia presupuestal por parte de los gobiernos de turno, los intentos de recortar la autonomía, los ataques al Rector Ing. Óscar Maggiolo y al CDC, los allanamientos a las facultades y los cercos policiales a la sede central y el Hospital de Clínicas, la represión y detención de estudiantes, la internación en el Cilindro Municipal así como las amenazas permanentes de intervención fueron parte de la crítica realidad de la época, y también un anuncio premonitorio de los planes que la dictadura aplicaría contra la Universidad, denunciados y enfrentados por los estudiantes, docentes, egresados y funcionarios acompañados solidariamente por los trabajadores.
Luego de la aprobación por el Presidente de la República, Juan María Bordaberry, del decreto Nº 464/973 de disolución de las Cámaras de Senadores y de Representantes y la creación del Consejo de Estado, entre las 5 y las 6 de la madrugada del miércoles 27 de junio de hace 40 años, junto a la declaratoria de huelga general adoptada por la Convención Nacional de Trabajadores, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, integrante de la Mesa Representativa de la CNT como «organización fraternal», resolvió también la ocupación del Edificio Central de la Universidad y las sedes de las facultades de Derecho y Ciencias Económicas y de Administración, Arquitectura,
Ingeniería, Medicina, Química, Odontología, Agronomía y la Estación Experimental «Mario Cassinoni» en Paysandú. En cumplimiento de las resoluciones de su VI Convención, la entonces Federación de Docentes del Uruguay, también resolvió integrarse activamente a las ocupaciones. Los estudiantes de Secundaria, agrupados en el Encuentro Nacional de Estudiantes, se integraron a la ocupación en la Facultad de Arquitectura.
Fueron 15 días de resistencia al golpe y la dictadura en que se produjeron, también, muchos desalojos compulsivos y reocupaciones, las campañas de recolección de alimentos en ferias vecinales para sostener a los huelguistas y ocupantes en las ollas populares, la represión a las manifestaciones, el ciclo de conferencias magistrales organizado en el Paraninfo, el asesinato del estudiante y docente de la Facultad de Veterinaria Ramón Peré, y el sitio a la Universidad durante su velatorio así como la muerte del estudiante liceal, Walter Medina, los entierros multitudinarios, la violencia masiva ejercida contra la gran manifestación del 11 de julio por el centro de la capital.
El Consejo Directivo Central se reunió en sesión extraordinaria en la misma mañana del día del golpe de Estado, y trató el tema: «La Universidad y la actual situación». Declaró a la opinión pública: «(...) /Ante esos sucesos, la Universidad de la República expresa serenamente que no medirá sacrificios para dar cumplimiento a sus fines, que la identifican con la felicidad pública, y no con la regresión y la barbarie./
/Por tanto, el CDC exhorta a todos los universitarios cualesquiera sean sus tareas, a luchar conjuntamente con la totalidad del pueblo -organizado en el movimiento sindical, en los partidos políticos y en otras instituciones y agrupaciones sociales sensibles al destino nacional- contra el afianzamiento de la dictadura, por el restablecimiento pleno de la vigencia de las libertades y por la reconstrucción del país en un marco de efectiva democracia política, sobre bases de convivencia armónica y participación de todos los orientales/».
Los consejeros participantes en la histórica sesión del CDC, junto al Rector, Samuel Lichtensztejn fueron los representantes de los Consejos de Facultad: decanos Mario Otero (Humanidades y Ciencias), Julio Ricaldoni (Ingeniería y Agrimensura), Alberto Pérez Pérez (Derecho y Ciencias Sociales), Carlos Píriz (Química), Santos Arbiza (Agronomía y Agrimensura), Carlos Reverdito (Arquitectura), Julián González Methol (Odontología), Pablo Carlevaro (Medicina), Alberto Castillo (Veterinaria) y Danilo Astori (Ciencias Económicas). Por el Orden Estudiantil: José Luis Canel, Benjamín Liberoff, Norma Díaz. Por el Orden Docente: Gerardo Rodríguez, Rinaldo Tuset, Ricardo Caritat. Por el Orden Egresados: Alfredo Oncina, César Avellanal, Luis Oreggioni.
Encarar en clave democratizadora los problemas nacionales
El Consejo Directivo Central se declaró en sesión permanente y convocó a la Asamblea General del Claustro para el otro día. Y, para mantener vinculados a los estudiantes en sus centros de estudio, sacó una resolución que decía: «/no se ha dispuesto la clausura de los locales ni la interrupción de los cursos/».
Los Consejos de varias facultades (Derecho, Ciencias Económicas, y otras) adoptaron declaraciones unánimes de repudio al golpe. La primera movilización estudiantil bajo la dictadura salió del Edificio Central de la Universidad al mediodía del mismo 27 de junio.
El día 6, tras la sesión solemne del CDC realizada en el Paraninfo para tratar el tema: «Situación actual», una movilización por la Avda. 18 de Julio encabezada por el Rector y varios decanos, resultó duramente reprimida por la Policía y varios consejeros fueron golpeados y detenidos.
Con el levantamiento de la huelga general, la Universidad reorientó su resistencia antidictatorial hacia las elecciones que se realizaron -por primera vez mediante voto secreto y obligatorio-, el 12 de setiembre de 1973, un día después del golpe de Estado en Chile que derrocó al Presidente constitucional Salvador Allende. Votaron alrededor de 37.000 personas de los 3 órdenes, el 95% de los inscriptos en el padrón electoral, produciéndose un gran triunfo de la FEUU y de las listas democráticas y antidictatoriales que se oponían al golpe y la dictadura. Tras este pronunciamiento masivo, el domingo 28 de octubre, luego de la explosión de una bomba en la Facultad de Ingeniería y de la trágica muerte del estudiante, Marcos Caridad Jordan, la dictadura intervino a la Universidad de la República mediante el decreto Nº 921/973. El Rector y varios decanos fueron detenidos hasta el mes de diciembre, otras autoridades debieron exiliarse y muchos docentes terminaron sumariados y destituidos en aplicación de la declaración de «Fe democrática».
Se abre así otra historia, la de la Universidad bajo dictadura y su resistencia junto a los trabajadores y el pueblo uruguayo durante más de una larga década, pagando un alto costo en vidas humanas, con muchos universitarios presos y desaparecidos, con las consecuencias personales negativas de tantos que resistieron bajo diversas modalidades dentro del país y en el exilio, hasta la recuperación de la democracia, la derrota de la intervención en la Universidad y la restitución de sus autoridades legítimas.
En estas casi tres décadas transcurridas desde 1985, en la nueva etapa de recuperación de la democracia en el Uruguay y en la región, la Universidad de la República ha seguido con su proceso de transformaciones académicas en todo el territorio nacional, cumpliendo siempre con el mandato y el compromiso social que emergen desde las mejores tradiciones heredadas de la Reforma de Córdoba y el Artículo 2º de su Ley Orgánica.
Y llama a sumar esfuerzos para asegurar que nunca más haya dictadura. Ello requiere encarar en clave democratizadora los problemas nacionales, promoviendo el debate de ideas, forjando nuevas propuestas y ampliando la participación, particularmente de los jóvenes.
La ejemplar resistencia de ayer debe ser fuente de inspiración para avanzar por el camino del desarrollo integral del Uruguay.