Arte conceptual, Instalación y Performance.
La tesis de maestría de Magalí Pastorino estudia las prácticas docentes en la Escuela Nacional de Bellas Artes entre los años 1985 y 1993,
a través del análisis discursivo de los escritos que los docentes presentaban a la hora de postularse para ocupar cargos en el curso Seminario de las Estéticas 2.
La re-apertura de la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1985, y el regreso del exilio de algunos docentes marcaron un cambio en la forma de concebir la enseñanza de las prácticas artísticas Contemporáneas, produciendo un conflicto entre la metodología de enseñanza y su traslado al aula.
Imaginariamente, las Prácticas Artísticas Contemporáneas comenzaron a estar relacionadas a las lógicas capitalistas, y eran consideradas banales, modas pasajeras a no tomar en cuenta. Los docentes de la época consideraban que el artista estaba preocupado por los elementos conceptuales ideológicos y no por la cuestión plástica del arte.
Desde esta perspectiva surgía la pregunta sobre cómo hacer que el estudiante experimentara algo en una estética donde no había producto u obra de arte sino elementos ideológicos.
Según indaga Pastorino, era inviable llevar el concepto de “experiencia” al aula, porque existía un paradigma formal y purovisual que impregnaba la apreciación de las prácticas docentes, haciendo difícil comprender las estéticas contemporáneas que remitían al discurso de la materialización de la obra de arte y lo denunciaban.
En esta época se creó un territorio de investigación del arte donde se privilegiaba lo que llamaban “sensible” ante lo conceptual racional, inaugurando una historia del arte sensible de la cultura cuyo método era formal y puro-visual. Este territorio se contrapuso a la incorporación de la concepción ínter y transdisciplinar del conocimiento, explicitada en la formulación del plan de estudio de 1991.
La autora destaca además que el cierre y la clausura de la ENBA en el período dictatorial produjo un desfajase de los saberes respecto a la actualidad del arte, las tecnologías y los lenguajes, lo que imprimió una dinámica especial en las prácticas docentes. Porque, mientras se formaban recursos humanos docentes y desarrollaban los cursos, también se investigaban sobre lo que ocurría: “no sin dificultad”. En esta época existía poca difusión sobre estas propuestas artísticas, la que se daba en Montevideo, a través de circuitos marginales al convencional, y además, escaseaban las publicaciones de arte actualizadas.
En este estudio se reveló además la persistencia de la noción de vacío ligado a la noción de posmodernidad, y con ello el estado de decepción sobre los discursos del arte. En este marco , el discurso docente ubica al artista en un mercado del arte afectado por la lógicas capitalistas, en donde la proliferación de las Tendencias contemporáneas imbuyeron a las prácticas docentes de gran angustia al no poder comprender las dinámicas de su tiempo.
Pastorino defendió su tesis, dirigida por Prof. Agda. Mabel Ruiz fue, ante el tribunal integrado por Prof. Adj. Dr. Eduardo Álvarez, Pedrosian (Presidente del Tribunal), Prof. Adj. Mag. Gabriela Bañuls y Prof. Adj. Mag. Ana María Fernández.