En el año 2005 egresó de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar) como licenciado en Ciencias Biológicas. Posteriormente, se recibió como magíster y doctor en Ciencias Biológicas en los años 2009 y 2014, respectivamente, en el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba) de la Udelar.
Desde el año 2014 es docente de la Facultad de Piscología y en la actualidad es el coordinador del programa Ciencia de Datos y Psicometría, perteneciente al Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología. También es el investigador del Centro de Investigación Básica en Psicología (CIBPsi), e integrante del Centro Interdisciplinario en Ciencia de Datos y Aprendizaje Automático (CICADA). Anteriormente fue docente en la Sección Biofísica de la Facultad de Ciencias de la Udelar.
Su actividad de investigación se orienta hacia el estudio de las bases neurobiológicas de la facultad del lenguaje, a través de experimentos psicofísicos y la ciencia de datosps. En particular se enfoca en explorar las diferentes dimensiones psicolingüísticas del léxico, con énfasis en el significado. Por ejemplo, su iniciativa “Proyecto lexicón” (www.lexicon.uy) busca construir representaciones matemáticas el significado de las palabras a través del análisis de datos experimentales, tales como la asociación de palabras, o aplicando técnicas de aprendizaje automático a grandes cantidades de texto.
Entre sus múltiples trabajos de producción científica y tecnológica destaca su participación en la redacción de los artículos arbitrados “The ‘Small World of Words’ free association norms for Rioplatense Spanish”, “A modular neural model that implements probabilistic topics” y “Detecting order-disorder transitions in discourse: implications for schizophrenia”.
Línea de investigación:
Estudio de los mecanismos neurales que subyacen a la toma de decisiones de acercamiento-evitación social en depresión
Centros de investigación:
Centro de Investigación Básica en Psicología
- Neurociencia Cognitiva y Salud Mental
- Procesamiento léxico
Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 2
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 340
Centro de Investigación Básica en Psicología (CIBPsi)
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 2
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 285 y 286
Se recibió como licenciada en Biología Humana la Universidad de la República (Udelar) en el año 2010. En el año 2015 egresó como magíster en Ciencias Biológicas del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba) de la Udelar y en 2021 se doctoró en el Programa de Lingüística (actualmente, Programa en Neurociencia Cognitiva) en el Basgque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) y la Universidad del País Vasco, España.
En el año 2012 ingresó a la Facultad de Psicología como técnica de laboratorio del Centro de Investigación Básica en Psicología (CIBPsi) y actualmente es integrante del programa Ciencia de Datos y Psicometría del Instituto de Fundamentos y Métodos. Además, se desempeña como investigadora en el Centro de Investigación Básica en Psicología (CIBPsi) y en el Centro Interdisciplinario en Cognición para la Enseñanza y el Aprendizaje (CICEA).
Su principal tema de interés y de producción científica son las bases neurocognitivas del aprendizaje de la lectura en niños y su vinculación con el desarrollo del lenguaje. En este campo, desarrolló la aplicación “Lexiland”, destinada a predecir el riesgo lector, y aportó con su trabajo a la comprensión de los principales predictores del desempeño lector en español, así como sus bases neurales.
Cuenta con diversas publicaciones, dentro de las cuales destacan los artículos arbitrados “Lexiland: a Tablet-based Universal Screener for Reading Difficulties in the School Context”, “Mind the orthography: revisiting the contribution of prereading phonological awareness to reading acquisition” y “A Translational Framework of Educational Neuroscience in Learning Disorders".
Línea de investigación / Grupo de investigación: Lectura: aprendizaje, bases neurocognitivas y dificultades.
Centros de investigación: CIBPSI (Centro de Investigación Básica en Psicología)
Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 2
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 340
El proyecto Lexicón, estudio de asociación libre en el que se puede participar online, busca conocer cómo asociamos las palabras.
Si nos piden asociar una palabra con otra y leemos “gato”, pensamos en “perro”. Si leemos “silla”, pensamos en “mesa”. Pero si aparece “libertad” o “música”, la relación no es tan directa. Esto, muy probablemente, se debe a que “música” no es un palabra tan estereotipada como “silla”. Por estereotipación se entiende la capacidad que tienen las palabras para evocar siempre una misma palabra. Por otro lado, las palabras tienen otras particularidades que permiten ordenarlas, clasificarlas y asociarlas entre ellas como su acentuación, el número de sílabas o su léxico.
Sociedades de interés
¿Qué nos dice una asociación de palabras? Bastante. De hecho, los lingüistas, psicólogos y otros científicos sociales vienen usándolas desde hace tiempo para investigar, por ejemplo, el desarrollo cognitivo de los niños, la evaluación del riesgo o la percepción social de género. En realidad, lo que usan mayormente son “normas de asociación libre” de palabras, herramientas que primero deben construir con ayuda de nosotros, los humanos, que podemos ser objeto de estudio y en este caso venimos al pelo, porque somos “conectores” por naturaleza.
Además de su utilidad para la investigación, las asociaciones de palabras son muy divertidas porque nos permiten encontrar resultados extraños o que, por lo menos, llaman la atención. Por ejemplo, una investigación muestra que en el Río de la Plata la palabra “cuello” es la segunda más asociada con “distracción”, después de “celular”. También podemos encontrar resultados obvios, aunque 100% contextodependientes, como “Abreu” para “loco” en Uruguay.
Quizá ver la frecuencia con la que una misma palabra es asociada con otras, o las diferencias entre las asociaciones para un mismo término en sus versiones masculina y femenina, resulten más interesantes que cada asociación en sí misma. En Uruguay, para nuestro regocijo y engrandecimiento de la cultura científica nacional, tenemos la suerte de que al menos dos investigadores llevan adelante un proyecto relacionado con este tema. Apodado Lexicón, el proyecto es comandado por Camila Zugarramurdi y Álvaro Cabana, del Centro de Investigación Básica en Psicología (CIBPsi) de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Udelar).
Lexicón tiene un objetivo más que interesante: tratar de crear una norma de asociación libre de palabras para el Río de la Plata. De esta manera, pretende contar con una herramienta para conocer un poco más nuestros comportamientos y, eventualmente, comprender mejor cómo funciona la mente humana. O sea, aportar nuestro granito de arena local al conocimiento global sobre la psicología Homo sapiens.
¿Cuál es la palabra que más asociamos cuando leemos cualquier otra palabra? Vayan anotando, que al final les cuento. Esta misma pregunta me hizo Cabana cuando finalmente lo fui a ver, después de hacer el test de Lexicón y pasarme meses viendo sus posteos virtuales. La pregunta, además de divertida, refleja una necesidad de la investigación: buscan las palabras que se asocian con más frecuencia para luego mapearlas y encontrar relaciones. Ante su pregunta respondí: “amor”. Si bien le erré, anduve cerca: “amor” estaba en el top 10 de las palabras más asociadas. Por otro lado, al momento de escribir esta nota. Cabana me comentó que “amor” va escalando hacia el primer puesto.
El inconsciente léxico
El primero en proponer este tipo de estudio fue nada menos que el señor Sigmund Freud, creador del psicoanálisis. La psicología, me comenta Álvaro, es una ciencia que tiene más de 100 años. Una de las herramientas que utiliza es la psicometría, una forma de medir estados psicológicos. “Es como el termómetro de la psicología”, declara. A su vez, la psicometría utiliza, entre otras herramientas, las normas de asociación libre. Ahí es donde entra Lexicón, que en realidad se inició cuando Cabana trabajaba en el Departamento de Biofísica de la Facultad de Ciencias de la Udelar y tuvo la oportunidad de colectar la primera tanda de palabras, allá por 2009-2010.
La psicología presenta muchos desafíos, porque al estudiar al ser humano se encuentra con muchísimas variables que no siempre se pueden controlar, como la cultura, el idioma, el contexto histórico y social específico de cada persona. Algunas de estas variables afectan particularmente a Lexicón: la escritura y los dialectos. Muchos podemos entrar a la página y escribir con faltas de ortografía o comentar con errores de tipeo, y cada una de estas situaciones debe corregirse y tenerse en cuenta a la hora de analizar los datos. Por ejemplo, distintas palabras pueden designar lo mismo, como “corpiño” y “sostén”, o “bizcochos” y “facturas” en el Río de la Plata, mientras que usamos “banco” para el lugar donde sentarse en una plaza y el banco como entidad financiera.
Casi siempre, al ser entrevistado, Cabana destaca la diferencia de asociaciones entre “niño” y “niña”. A partir de los resultados preliminares –que todos podemos visualizar–, concluimos que tenemos a “la niña bonita” marcada a fuego, pues la mayoría de las asociaciones se vinculan con lo femenino, la mujer y el color rosa. Qué novedad. Sin embargo, al buscar “niño” el resultado no arroja “celeste”, ni “fútbol” ni “pelota”, y se asocia más con “infancia”, “nene”, “inocencia” o “bebé”. Esto último sí me llamó la atención. Y me pregunto cuántas imágenes necesitaríamos para decir lo que representan estas palabras.
Otras asociaciones entretenidas van desde las muy estereotipadas (según Lexicón), como “cráneo” y “cabeza”, “añejo” y “viejo”, “amor” y “paz”, hasta otras más complejas, como “condición”, para la que, por un lado, aparecen “requisito” y “reglamento” y, por otro, “enfermedad”, “limitación” y “final”; o “políticos”, que se asocia tanto con “democracia” y “gobierno” como con “malos”, “corruptos”, “mentira” y “poder”. Esto pueden verlo ustedes mismos y testear palabras bien rioplatenses, como “che”, “joder”, “chorros”, “charrúa”, “bárbaro”, “chupetín”, “gil”, “nabo”, “chusmerío” y “golero”.
Cómo somos
En una entrevista con la diaria, el reconocido investigador y divulgador científico Diego Golombek comentó: “La palabra ‘chiquito’ debe ser de las más usadas en el diccionario uruguayo”. Según los datos de Lexicón, en el ranking de frecuencia de asociaciones está en la posición 94, entre más de 40.000 palabras, con 267 ocurrencias, mientras que “chiquita” aparece en la posición 4.376 con 51 ocurrencias. Así que no parece serlo tanto. Diego se refería a que en Uruguay decimos que somos chiquitos, todo es chico, y nos tiramos abajo. ¿Saben con qué asociamos “chico”? Con “grande”, “pequeño”, “niño”, “amor”, “tierno”, “poco”... Bastante estereotipado, la verdad. Y Uruguay, como palabra asociada en Lexicón, ¡no aparece!
Todo esto está muy bien, pero ¿qué significan todas estas asociaciones? Lexicón lamentablemente no llega hasta allí. Igual tenemos una pista: al final, las palabras más frecuentes, las que aparecen con mayor frecuencia, se vinculan con lo que más nos importa o lo que se relaciona con nuestro día a día, con la vida misma. Sigan pensado en la que más aparece.
Se sabe, por ejemplo, que el uso de las palabras cambia con algunos factores, como el tiempo, la edad y el sexo, aunque en este último caso para el Río de la Plata por ahora no se detectaron diferencias significativas. Pero ojo, los hombres han participado en el estudio mucho menos que las mujeres, así que no podemos estar del todo seguros. Aquí tenemos un ejemplo maravilloso en el que la biología estaría sesgando la cultura: las mujeres, dicen los que saben, somos más colaborativas. En Lexicón las damas colaboraron nueve veces más que los caballeros. Y por eso, en palabras de Cabana, “necesitamos bastantes valientes varones que jueguen a asociar palabras”.
Hablando de varones y poniéndole un poco de pimienta al año electoral, les dejo los resultados de “senador”: la palabra apareció asociada a “diputado”, “política”, “político”, “gobierno”, y otros resultados menos frecuentes pero que debieran llamar la atención, como “chanta”, “bochorno”, “barriga”, “engaño”, “hipócrita”, “mendigo”, “mentira”, “miedo”, “nariz”, “oportunista” y “pelado”. Me muero de curiosidad por tratar de entender qué relación hay entre “político” y “pelado” [la nota fue escrita antes de las internas en las que una persona calva triunfó en una de las disputas, por lo que habría que ver si la asociación guarda relación o no con ello]. Quizá estas asociaciones podrían ser de utilidad para quienes organizan las campañas de los candidatos.
Ah, y casi lo olvido: la palabra más asociada de todas, sumando las frecuencias de asociación de las distintas formas en que se designa es... dinero.