Pasar al contenido principal

Loading...

NOTICIAS

"Investigadores expusieron sobre la necesidad de evaluar e intervenir en desempeños educativos desde la primera infancia"

Imagen
Temática
Educación - Inventario de Desarrollo Infantil (Indi)
Medio
La Diaria
Medio
Medio digital
Entrevistado/a o mencionado/a por Facultad
Fecha
FUENTE
https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2018/11/investigadores-expusieron-sobre-la-necesidad-de-evaluar-e-intervenir-en-desempenos-educativos-desde-la-primera-infancia/

Según plantearon, es fundamental para mejorar la trayectoria futura de los estudiantes.

El Inventario de Desarrollo Infantil (Indi) es un instrumento elaborado en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República que evalúa el desarrollo de los niños uruguayos que transitan la educación inicial, en conjunto con docentes y actores institucionales de ese tramo. En torno a esa iniciativa se han generado varios proyectos de investigación en la temática, y algunos de ellos fueron presentados ayer por sus integrantes en el aula magna de la facultad. Alejandro Vásquez, uno de los académicos referentes de la herramienta, explicó que la aplicación de la evaluación ha ido evolucionando con el correr de los años, y eso fue de la mano con un aumento del número de casos de la muestra, que en 2018 alcanzó a 65.000 niños y 3.500 maestras.

Detalló que el Indi permite hacer un abordaje multidimensional del desarrollo de los niños y señaló que las más trascendentes son la cognitiva, la emocional y la motora. Además, indicó que se trata de un modelo capaz de monitorear el cambio en estas dimensiones a lo largo del tiempo. Vásquez mencionó algunas variables que inciden en el desempeño escolar de los niños, en función de las últimas mediciones realizadas en el marco del Indi en el sistema educativo uruguayo. En concreto, mencionó que se registraron diferencias de desempeño en función del sexo, con mejor rendimiento de las niñas que de los varones. Otra de las variables que incidieron fuertemente en las dimensiones cognitivas y motoras de los niños es el nivel socioeconómico, con peores resultados para quienes pertenecen a hogares más desfavorecidos. Por ejemplo, mencionó que la medida del año pasado en grupos de nivel 5 mostró que el efecto “más notable” se observa en matemática, pero también hay un efecto “mediano” en lengua.

El investigador habló de los desafíos que quedan por delante y mencionó la necesidad de avanzar hacia protocolos de respuesta e intervención en los casos en los que se registran los niveles más bajos de desempeño. En suma, señaló la conveniencia de integrar evaluaciones en el sistema educativo y de extender la aplicación de Indi también a grupos de niños de tres años, además de complementarlo con la evaluación de ambientes escolares, en lo que actualmente están trabajando los docentes de la Facultad de Psicología.

Transición

Maite Liz, también investigadora de la facultad, planteó la necesidad de generar intervenciones antes de que los niños ingresen a la educación primaria, y se refirió a la transición hacia ese momento desde la educación inicial como un momento de “crisis vital”, a raíz del impacto que tiene en la escolarización futura. En ese sentido, detalló que las primeras experiencias en primaria son importantes para que el estudiante tenga experiencias exitosas en el futuro dentro del sistema y que las diferencias que se generan en el principio de las trayectorias educativas después se sostienen o empeoran.

Liz mostró los resultados de un estudio en el que midió el rol que juega la autorregulación en la educación inicial para el desempeño posterior en primer año de escuela. Para ello, se detuvo especialmente en las funciones ejecutivas y evaluó cuatro dimensiones del desempeño escolar: conductual, emocional, cognitiva y agéntica. Según narró, hizo un seguimiento de niños de nivel 5 de la educación inicial hasta el año siguiente, cuando pasaron a primer año de escuela, y encontró que las funciones ejecutivas que se miden en Indi y la prosocialidad de los niños son variables predictoras de su comportamiento. Por lo tanto, señaló de la necesidad de difundir este hallazgo para que pueda generarse una detección temprana y atención oportuna de las diferencias entre niños. Además, reflexionó sobre la importancia de atender las prácticas de transición de la educación inicial a la primaria, para lo que el vínculo entre maestros de ambos niveles es trascendente.

Respecto del Indi, Liz destacó que la herramienta ofrece reportes individuales y grupales, y que actualmente están trabajando para que las direcciones reciban un reporte sobre la situación de los niños de cada centro educativo. Por su parte, mencionó que una idea a futuro es que también se puedan generar reportes regionales para que las inspecciones zonales accedan a los datos sobre su jurisdicción territorial. Según valoró la investigadora, la generación de un modelo de respuesta a la intervención permitiría que cada centro educativo distribuya de mejor forma los recursos en función de las necesidades de los niños y los grupos, ya que no todos requieren las mismas acciones en el mismo momento. En el caso de los maestros de aula, Liz mencionó que también pueden contar con más información sobre los desempeños de los niños y, de esa forma, pensar estrategias compensatorias para aquellos que presenten mayores niveles de riesgo, como la herramienta nombra a quienes presentan los niveles de desempeño más bajos. Además, mencionó que la información permite que en los casos en que el niño tenga un diagnóstico médico se generen intervenciones interinstitucionales que involucren a actores del sistema de salud.

A jugar

Karen Moreira y Valentina Vercellino expusieron sobre el juego como instrumento para mejorar la disposición para la escolarización. Abordaron el desarrollo de un proyecto en el que trabajaron con grupos de educación inicial durante algunos meses. Según señaló Vercellino, se trató de intervenciones grupales, en horario escolar y con “el adulto como mediador”. La docente señaló que el juego puede ser una herramienta para impactar en funciones ejecutivas y en el lenguaje, y también incide en el desarrollo de los niños, ya que mejora dimensiones como la autorregulación, la abstracción o la imaginación. Además, definió al juego en base a tres componentes: una situación imaginaria, la interpretación de roles y el seguimiento de reglas en función de los distintos roles.

Si bien están procesando los resultados de la intervención, las investigadoras señalaron que en los tres grupos de niños en los que trabajaron se observaron algunos cambios, como el aumento y la mejora de la participación, y la autorregulación a medida que avanzaba el proceso. Además, observaron una disminución de los comportamientos disruptivos de los niños y que había una continuidad del tipo de juego en otros espacios de aula por fuera de la intervención del grupo de la facultad. Por lo tanto, Moreira evaluó que es necesario que los adultos intervengan “para mejorar la calidad de juego”, que “se ha ido deteriorando en el tiempo”, y también en la lectura de cuentos. En ese sentido, planteó que es central problematizar el rol adulto en ese escenario, ya que muchas veces se limita a observar cómo juegan los niños.

Suscripción a noticias