Es psicólogo graduado por la Universidad de la República (UdelaR) en 1996. Después de obtener su título de grado, se muda a Barcelona dónde obtuvo su Doctorado en Percepción, Comunicación y Tiempo en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 2002. Fue profesor lector (lecturer) de Psicología Básica en la UAB hasta 2010, año en que regresa a Uruguay como profesor adjunto de Psicología Cognitiva en la Facultad de Psicología (UdelaR). Desde su llegada a Uruguay en 2010 y hasta 2014, dirigió el Centro de Investigación Básica en Psicología (CIBPsi) donde científicos de diferentes disciplinas investigan en cognición con el objetivo de comprender los mecanismos básicos de la mente humana.
Ha realizado estancias postdoctorales en la Universidad de Granada y de Illes Balears y ha actuado como profesor visitante en la Universidad de Harvard y en la oficina internacional de educación de la UNESCO en Ginebra (IBE). Cuenta con decenas de artículos relacionados con la percepción visual y la cognición en general. Su trabajo ha estado fuertemente vinculado a las tecnologías para la enseñanza y, durante los últimos años, se ha dedicado al desarrollo de intervenciones educativas. Actualmente sus intereses de investigación incluyen temas de Percepción y Cognición Numérica con especial foco en el aprendizaje de la matemática en niños pequeños.
Actualmente es Director del Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología, Profesor Titular de Psicología Cognitiva, investigador Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores en Uruguay (ANII) e investigador grado 4 del PEDECIBA. Su principal tema de trabajo en los últimos años se centra en los mecanismos que nos posibilitan el aprendizaje de la matemática dirigiendo la línea de investigación en Cognición Matemática del Centro Interdisciplinario en Cognición para la Enseñanza y el Aprendizaje.
Línea de investigación/Grupo de investigación: Aprendiendo Matemática a través de la interacción con pares y máquinas inteligentes
Centros de investigación: Centro de Investigación Básica en Psicología:
- Comportamiento alimentario
- Cognición Numérica
Instituto de Fundamentos y Métodos en Psicología
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 2
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 340
Centro de Investigación Básica en Psicología (CIBPsi)
Dirección: Tristán Narvaja 1674 (EDIFICIO CENTRAL)
Ubicación: NIVEL 2
Teléfono: (598) 2400 8555
Interno: 285 y 286
El Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) presentó una propuesta para retrasar la edad de ingreso a primaria hasta los seis años cumplidos antes del 31 de diciembre del año anterior a la cursada. Ante esta idea, defendida por los tres consejeros del CEIP y basada en estadísticas recabadas durante los últimos seis años, el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública recomendó más tiempo de estudio. Cuando se intercambió al respecto, en particular se mostró en contra de la iniciativa la representante de los trabajadores en ese organismo, Elizabeth Ivaldi. Asimismo, desde el Centro Interdisciplinario en Cognición para la Enseñanza y el Aprendizaje (CICEA) de la Universidad de la República, que tiene un convenio de investigación con el CEIP, “se propuso un diseño específico para Uruguay, para no tomar decisiones sobre cosas que afectan tanto sin tener datos que más o menos den pistas sobre lo que realmente va a pasar”, detalló a la diaria el psicólogo integrante del centro de investigación Alejandro Maiche.
La propuesta cambiaría el reglamento actual, por el que los niños pueden inscribirse con menos edad si cumplen años hasta el 30 de abril del año en que cursan. En este sentido, un niño de dos años puede anotarse en educación inicial si cumple tres antes del plazo establecido. Ahora, el Codicen, la Federación Uruguaya de Magisterio y la Asamblea Técnica Docente evalúan el planteo del CEIP y, de coincidir en su conveniencia, se podría aplicar en 2019, sin que ello afecte a los niños que ya estén cursando en el sistema educativo.
Como organismo asesor, el CICEA presentó una revisión de la literatura académica actual, que “muestra que en muchos de los sistemas educativos los niños entran un poquito más tarde, pero también hay literatura que muestra que eso no necesariamente determina el rendimiento de los niños”. A su vez, los investigadores plantearon la necesidad de elaborar un “diseño específico en Uruguay, armar un grupo de control y evaluar –al menos por un año– el desempeño de los niños”, explicó Maiche. Según el psicólogo, “el diseño implica tener grupos con niños que pasaron a primero con las reglas actuales y otros con los cambios, evaluarlos con tests psicológicos específicos e individuales antes del cambio, durante y luego”. En palabras de Maiche, a las autoridades del CEIP esta investigación previa les pareció “interesante”, pero acordaron que “no era el momento adecuado” para realizar el estudio.
Para el psicólogo, “se sabe que esto no va a solucionar todos los problemas”. Señaló que “lo más efectivo en cualquier sistema –y lo dice muy claramente la literatura– es tener sistemas de apoyo para los déficits cognitivos, algo que venimos planteando desde hace tiempo. Sin duda sería mucho más positivo que esta medida, que pone un límite para todos, atrasando a aquel que tiene las competencias cognitivas suficientes, más allá de que no tenga la edad, y dejando a otros adentro que, teniendo la edad, no cuentan con las competencias cognitivas suficientes”. Maiche aclaró que una solución ideal sería utilizar las herramientas para detectar cuándo un niño no se está desarrollando completamente y apoyar su educación mediante un centro de estimulación cognitiva.
Datos y datos
En 2015, la división de estadística del Codicen presentó un análisis de los datos recogidos por la plataforma GURI relacionados a la repetición. La asistencia, la calificación en mayo y la edad son algunas de las variables que inciden en la repetición del primer año, en el que se observó “un efecto fuerte relacionado con la maduración de los niños que repiten ese grado, más que en los grados posteriores”, señala la propuesta del CEIP. Según este estudio, 11% de los alumnos que repiten en primero cumplen años en diciembre del año anterior o antes, mientras que 19% lo hacen en enero o después.
Héctor Florit, consejero de Primaria, aseguró a la diaria que “esta propuesta se sostiene en tres correlaciones de datos”: por un lado, la trayectoria educativa, y en ese sentido la calificación, ya que “se ha visto que sistemáticamente los niños más chicos tienen una calificación menos buena”; por otra parte, la repetición, que “marca fuertemente la trayectoria educativa”; y, además, “se tuvieron en cuenta las habilidades fundamentales o macrohabilidades”. Según el consejero, estos campos aparecen “con índices de riesgo más alto en los niños más chicos que entran al grado correspondiente con la edad cumplida”.
Además, Florit aseveró: “No estoy entrando en una discusión de fondo sobre la estimulación, que siempre tiene que estar, al igual que el desarrollo de las habilidades cognitivas; no es una discusión de los factores sociales ni el acondicionamiento”. De hecho, el consejero destacó, al igual que lo hace el texto del CEIP, que esta no es la única medida que se toma en relación a este tema. Según añadió, en los últimos diez años los factores escolares se atendieron a partir de varias acciones; sin embargo, “los factores individuales han sido los que no se han podido afectar, y la maduración es el factor individual que más incide en la trayectoria del alumno”.
Ivaldi, que además de ser consejera del Codicen se ha especializado en primera infancia, comentó a la diaria que no cree que “el porcentaje justifique homogeneizar, ya que de esta forma se estaría pensando que si hay 19% que se consideren inmaduro –sin estudiar las causas reales– todos los niños deberían esperar”. Además, no comparte el concepto de madurez que “está implícito en la propuesta del CEIP”. Según Ivaldi, “la madurez es una relación del niño que tiene una determinada edad cronológica con un ambiente. Acá lo que puede estar fallando es el ambiente, y ahí es donde debemos preguntarnos si los programas de apoyo a la familia, si están dando frutos esas formas fragmentadas de gestionar la educación inicial, con centros CAIF, de Primaria y del Ministerio de Educación y Cultura. Deberíamos buscar otras estrategias para mejorar estos primeros niveles de educación”.
En esta línea opinó también Maiche: “Esos datos muestran que la repetición aumenta en función de la edad del niño, pero lo que se ve es una parte del todo; cuando sólo ves la edad no estás viendo que, por ejemplo, todos estos niños más chicos que no repetían ahora van a quedar en jardinera. Los datos muestran que hay algo ahí, pero no son absolutamente contundentes”.